Este piano de 4,5 metros de altura, en el que haya que subir escaleras para tocarlo, es el mejor del mundo. Es el Klavins M450.
Su creador, David Klavins, lo explica así:
«Para tocarlo, el pianista sube por una escalera que típicamente está detrás del piano hasta llegar a una plataforma».
«Tocarlo es muy especial pues sientes las vibraciones en tu cuerpo; sientes como si estuvieras sentado en el piano, no frente al piano. Es una sensación difícil de describir, como explicarte a qué sabe un champiñón si nunca has probado uno».