Bradley Cooper, de 44 años, e Irina Shayk, de 33, volvieron a verse las caras en el aeropuerto de Ibiza. El reencuentro fue tenso e incómodo para la ex pareja pero no tuvieron otra opción. De acuerdo a la revista Hola, que publicó imágenes exclusivas del momento entre el actor y top model, Cooper llegó al aeropuerto de Ibiza por la mañana, acompañado por su amigo, el actor Sean Penn. Una hora más tarde apareció Shayk con su pequeña hija.
Sin apenas intercambiar palabra, la rusa le entregó la niña a su padre en el control de pasaportes para después dirigirse cada uno a su jet privado. Luego de este áspero encuentro, Bradley partió a Los Ángeles con Lea de Seine, e Irina a Milán. En una de las fotos difundidas por la mencionada publicación, se puede ver a Cooper con la niña en brazos mientras sube por las escalerillas a su avión privado.
Luego de la ruptura entre ellos se especuló que Lady Gaga, con quien el actor protagonizó la película A star is born, habría sido el motivo de la ruptura. Esos rumores ya fueron descartadas luego de que Gaga fuese retratada a los besos con un músico.
Según apuntó la pasada semana el sitio Radar Online, Shayk escribirá un libro donde contará «toda la verdad» de su noviazgo con el cineasta.
«Tiene mucho que decir de su relación con Bradle; le ha hecho tanto daño que ella tiene la revancha en mente», aseguró una fuente. «Irina no fue capaz de confiar en él», añadió. Lo que por ahora sí parece seguro es que los dos buscan lo mejor para su hija.
A pesar de sus diferencias, el actor y la modelo estarían intentando tener una buena relación por el bienestar de la pequeña. «Bradley es un gran padre. Siempre ha estado muy involucrado con su hija», declaró una fuente a la revista People. La niña pasó 15 días con su madre primero en Nueva York y después en Ibiza, España, donde ambas han disfrutado de unos días de playa. Ahora es el turno del padre.
Cooper fue visto en las playas de Malibú pasando un buen momento con su hija y amigos.
