El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, ni corto ni perezozo, ha mostrado su interés por Argentina y no perderá su nueva oportunidad para estar cerca del poder como lo estuvo en los últimos años con la dictadura de Venezuela, aunque esta última referencia parece querer eliminar por completo de su historial.
Sábado 20 hs x A24 en una emisión especial de “Argentina Piensa” dialogamos con el ex Presidente español José Luis Rodríguez Zapatero sobre Argentina, Latinoamérica y los desafíos del presente. #ArgentinaPiensaEnA24 pic.twitter.com/4npli1MPbT
— Nicolás Trotta (@trottanico) November 2, 2019
En una entrevista que concedió al abogado argentino Nicolás Trotta para A24 y que fue publicada este sábado 02 de noviembre, fue interrogado acerca de cómo llegó a Venezuela, a lo que Zapatero respondió, «A mí me vinieron a buscar. En mi radar no estaba Venezuela. Siempre Latinoamérica, pero no Venezuela en particular. A mí me vino a buscar la oposición moderada.» Y así asomó un poco sus intenciones como intermediario de un diálogo:
«Me vino a buscar porque se temía ya en 2015 que aquello pudiera derivar en una confrontación civil. No quiero mencionar la palabra guerra civil. Y empecé a hacer una tarea de aproximación, de diálogo, muy comprometido con las personas que están en prisión. Trabajé para que fueran liberadas. Eso te vincula mucho a las familias. Y ver la capacidad de diálogo que tenía».
Zapatero reconoce que su imagen con el tema de Venezuela es muy negativa, sin embargo, se hace lava las manos respecto de los asesinatos y los demanes de la dictadura.
Yo sé que he sido acusado de todo, de castro-chavista, de las situaciones más insólitas que uno podía esperar en mi vida. Pero siempre he podido tener la capacidad de diálogo con el gobierno chavista, por supuesto que hemos hablado de los errores cometidos. De los problemas que existen.
Pero finalmente, termina con lo de siempre, responsabilizando a los Estados Unidos, y ahí asume su tarea como uno de los 30 líderes del ‘Grupo de Puebla’: «Creo que muchas de las cosas que están pasando en el continente son fruto de esa especie de carta blanca que Trump ha permitido a los sectores más conservadores latinoamericanos diciendo ‘ahora es la nuestra’.
Pero como lo fundamental para Zapatero es ganarse el beneplácito del nuevo presidente y jefe del presupuesto público argentino, se deshizo en elogios hacia él, «Pienso que Alberto Fernández es un hombre muy comprometido con la unión de Latinoamérica, que va a ser uno de sus grandes temas. Va a ser muy interesante la dialéctica FMI-países desarrollados en su relación con Argentina. Yo creo que esto va a marcar cómo la comunidad internacional define en el futuro inmediato, después de ver todo lo que está pasando en el continente, es el primer gran reto en la crisis financiera y económica. En la que hasta el FMI hizo una parte de autocrítica.
El exmandatario abordó temas relacionados con los retos de la economía global y con su visión como hombre de Estado para América Latina. Para ello se puso su mejor traje de intelectual progre y no escatimó en pronósticos:
«Abolir la pobreza y limitar la riqueza, creo que es el gran salto cualitativo de Latinoamérica, sería el día que podamos decir que la pobreza se terminó, se abolió. Digo abolir porque le da la fuerza que tiene que ser una decisión, no es un fruto de una circunstancia, del azar, de una decisión económica».
En el marco de su visita a Argentina durante las elecciones del pasado 27 de octubre, Zapatero brindó una entrevista a la emisora AM750 donde ya había expresado «su gran esperanza» de que Alberto Fernández «sea quien lidere un proyecto de unidad latinoamericana».
Y según algunos medios argentinos, tras el regreso del peronismo al poder, ya se habría ofrecido como mediador en Argentina con las empresas españolas, destacando sus excelentes relaciones con los jefes de las grandes firmas hispanas, como Telefónica, Indra o la cadena de hoteles NH.
