‘La brisita bolivariana’ con la cual amenazaron Diosdado Cabello y Nicolás Maduro a los presidentes suraméricanos llegó a Colombia.
Los movimientos liderados por partidos de izquierda en el país neogranadino iniciaron un conjunto de protestas principalmente en Bogotá a las cuales han denominado ‘paro nacional’, pero que también vivieron episodios violentos y actos vandálicos en Cali. En redes sociales se ha hecho tendencia global tildando al gobierno de Ivan Duque de facista.
El presidente Ivan Duque en horas de la noche comentó que se trataba «actos de violencia atribuibles a vándalos que no representan el espíritu de quienes marcharon».
«Los hechos sucedidos con posterioridad a la marcha son vandalismo puro y no obedecen a una expresión de la voluntad popular», aseguró el presidente.
El mandatario también afirmó que habían sido detenidos «decenas de criminales» a los que van a «aplicarles todo el peso de la ley».
Acerca de los motivos utilizados por los dirigentes socilaes para agitar al país el presidente reconoció que su gobierno «escucha y construye».
Pero cuáles son los motivos o las excusas utilizado para impulsar a las manifestaciones calllejeras, BBC Mundo y CNN coinciden en cuatro de ellos, que ya dejan ver que se trata de «la brisa bolivariana».
1. «El paquetazo»
Según destaca BBC citando a los convocantes, el gobierno del presidente Iván Duque prepara un «paquetazo» de medidas que causarán un fuerte impacto económico y social en los trabajadores como «eliminar el fondo estatal de pensiones Colpensiones, reducir el salario para los jóvenes hasta ubicarlo en 75% del mínimo» y otras medidas.
El gobierno de Duque ha negado la veracidad de muchas de estas medidas, asegurando que no es cierto que haya presentado al Congreso las reformas laboral y de la seguridad social que denuncian los sindicatos y que todo deberá ser objeto de negociación.
2. La educación
Los estudiantes universitarios representan un apoyo fundamental para las propuestas, por ello demandan más inversión en educación y el cumplimiento de acuerdos firmados el año pasado después de más de dos meses de protestas y que incluyen inversiones para las universidades de unos US$1.300 millones y también contra la corrupción en las universidades.
3. Matanzas de indígenas, líderes sociales y exguerrilleros
Es uno de los motivos que mas peso tienen sobre la gestión del presidente Ivan Duque, y una razón por la cual los manifestantes también reclamaron medidas de protección efectivas para indígenas y líderes sociales, blanco de una ola de asesinatos que se ha cobrado la vida de decenas de ellos desde que Duque llegó al poder, hace 15 meses.
La situación es particularmente delicada en el departamento del Cauca, una región montañosa del suroeste colombiano, que vive sumido en una espiral de violencia por la presencia de grupos armados, disidencias de las FARC, paramilitares y bandas de narcotraficantes que funcionan sin control de los cuerpos de seguridad.
Miguel Ceballos, alto comisionado para la paz nombrado por el presidente Duque para liderar un plan de acción social para el Cauca tras los últimos asesinatos ocurridos en octubre, anunció una inversión cercana a los US$390 millones para subvencionar proyectos y procesos de emprendimiento, construir infraestructuras y mejorar la cobertura sanitaria y educativa en la región, recoge BBC Mundo.
4. El cumplimiento del proceso de paz
Es el punto más revelador de que «la brisita bolivariana» y el Foro de Sao Paula tienen una gran responsabilidad en las protestas.
Las organizaciones sociales vinculadas a estos grupos reclaman mayor compromiso del gobierno de Duque con la implementación del acuerdo de paz con las FARC alcanzado en 2016, aunque el partido político que mantiene las mismas siglas del grupo terrorista también ha visto como una de sus máximas figuras, Jesus Santrich, que ejercía como congresista, regresó a las armas de la mano del grupo FARC EP y según algunas fuentes a Venezuela.En particular, y relacionado con el punto anterior, los manifestantes critican duramente lo que consideran un incumplimiento por parte del gobierno respecto al punto 4 del acuerdo que habla de la sustitución gradual y voluntaria de los cultivos de uso ilícito por otras alternativas de subsistencia para las comunidades más pobres.
En abril de este año, Duque presentó seis cuestionamientos a la ley de la justicia para la paz, lo que le provocó una ola de críticas e incluso protestas callejeras.
Aquella decisión, que fue sugerida por Álvaro Uribe apenas unos días antes, provocó que defensores del acuerdo con la exguerrilla FARC acusaran al mandatario de «permitir morir la paz» y de ser tildado por columnistas como «subpresidente».
La popularidad de Duque
La combinación de estos factores han generado un clima de descontento con el gobierno de Duque, cuya popularidad pasa por sus horas más bajas desde su llegada al gobierno en agosto de 2018.
Una encuesta de la empresa Gallup correspondiente a octubre de 2019 ubicó el nivel de desaprobación de Duque en 69%, mientras que su aprobación era de 26%.
Por lo que este paro nacional representa, para Duque, una de las pruebas más difíciles hasta ahora en su mandato.
