«Se trata de entre dieciocho y veinte cayucos que navegan juntos desde las costas de Senegal con dirección a Canarias», fuentes de la Guardia Civil y del Ministerio de Interior confirmaron ayer a ABC el avistamiento de una «flota» de piraguas en dirección a Canarias.
Los inmigrantes podrían alcanzar la costa en un plazo no superior a cuarenta horas, considerando la distancia a la que se hallan, y las condiciones del mar. Si los cayucos avistados arribasen de forma simultánea, se trataría de la mayor oleada de embarcaciones llegadas en una sola jornada.
El enésimo registro de máximos históricos en Canarias podría llegar, además, en medio de la situación más complicada que se ha vivido hasta la fecha en los centros de retención. Pese al continuo flujo de derivaciones a la Península, las Islas, sobre todo Tenerife presentan una desoladora imposibilidad matemática: los centros de retención, que tras las últimas ampliaciones tienen capacidad para unos 6.000 inmigrantes, han de albergar en la actualidad a cerca de 9.000.
A la urgencia de traslados entre islas, se suma la situación de las comisarías de Tenerife. La ley permite que los recién llegados permanezcan un máximo de 72 horas en las dependencias policiales, plazo que expiró ayer, en el caso de los cerca de 900 «sin papeles que permanecían en las instalaciones de la Comisaría de la Policía Nacional de Playa de las Américas.
Como alternativa, la delegación del Gobierno acordó la ampliación del centro de Hoya Fría, también en Tenerife, donde se habilitaban ayer «nuevas carpas» para retomar la distribución de los 8.789 contabilizados hasta las seis de la tarde. La Gomera se comprometía además a retener durante 72 horas a los que lleguen a aquella isla.
