La izquierda de Ecuador concentra votos y temores ante las elecciones

(Periodista Latino /Agencias).- El carismático economista de izquierda, favorito para ganar las presidenciales del domingo en una vuelta, no oculta su admiración por el Mandatario venezolano Hugo Chávez y pretende convocar a una Asamblea Constituyente como la boliviana, para reformar la Carta Magna. Es Rafael Correa.

Las campañas presidenciales en Ecuador entraron en tierra derecha con un claro favorito para las elecciones del próximo domingo: el izquierdista Rafael Correa, quien según los sondeos incluso podría ganar la contienda en una vuelta, algo impensado hace solo unos meses.

Los candidatos ecuatorianos sólo tienen cuatro días más para intentar captar los últimos votos, en una contienda que ha tenido poco de lucha real pero mucho de polémica.

Los sondeos de intención de voto sitúan a Correa a buena distancia de su más cercano contrincante, el socialista moderado León Roldós; del magnate bananero Álvaro Noboa y, más rezagada, de la socialcristiana Cinthya Viteri.

Pero pese al claro apoyo local de Correa, su meteórico ascenso a la cúpula del poder ecuatoriano preocupa a algunos analistas, que ven en él un foco de inestabilidad por su cercanía con el Presidente Hugo Chávez y sus teorías de cambios radicales.

Aunque Correaaspirante por Alianza País– aseguró durante su campaña que no ha recibido apoyo económico del Mandatario venezolano, no oculta su simpatía por el polémico líder venezolano.

También se ha negado a llamar terrorista a la guerrilla colombiana, lo que hace prever más de algún roce con el Gobierno de Bogota y de Washington, si gana la Presidencia.

En lo interno, algunos analistas estiman que su triunfo el domingo podría abrir una etapa de “confrontación total”, debido a la oposición que despierta en algunos sectores una de sus principales promesas de campaña: la inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna.

Correa tiene la intención de “refundar” Ecuador tal como lo ha prometido hacer el Presidente Evo Morales con su propio país, Bolivia. Así, Correa pretende superar una década de inestabilidad político-social que ha llevado al país a tener diez presidentes.

Pero, en opinión del catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Simón Pachano, después de las elecciones:

«Empezará (en el país) un caos mucho más fuerte y mucha más inestabilidad que la que hemos vivido hasta ahora».

En tanto, el analista político y director de la revista “Vanguardia”, José Hernández, estima que Correa aplicará una “democracia plebiscitaria”, que buscará siempre el apoyo:

«Por fuera de las instituciones democráticas llamando a la gente a la calle. Si Correa ganara la elección, la política no se jugaría en el Parlamento, sino en la calle».

Pero no todos son tan fatalistas. El economista Alberto Acosta, de la Fundación Konrad Adenauer, rechazó la posición de los analistas y aseguró que “en un país dinamitado y depredado hasta en sus cimientos, tratar de mantener el status quo a cuenta de no alterar la estabilidad resulta un insulto a la inteligencia y a la justicia”.

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