Las autoridades de Panamá han abierto investigaciones sobre el incendio de un autobús de pasajeros que causó 18 muertos y 25 heridos en un sector céntrico de la capital. La Policía Técnica Judicial (PTJ) confirmó, en un comunicado, que entre los heridos hay cinco menores, que están siendo atendidos en centros hospitalarios. Ninguno de los fallecidos ha sido identificado todavía.
La PTJ, que descartó que el siniestro haya sido provocado por algún explosivo, dijo que inició una investigación criminal sobre el accidente, e igualmente anunciaron el Cuerpo de Bomberos, el Ministerio Público y la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT).
Las autoridades rescataron los 18 cadáveres calcinados, mientras que, de los heridos, al menos dos se encuentran en estado grave y la mayoría fue dada de alta, informó a medios locales el director del hospital estatal Santo Tomás, Gerardo Victoria.
Asimismo, explicó que algunos pasajeros sufrieron quemaduras, otros intoxicaciones por el humo y varios más se hirieron o lesionaron al romper las ventanillas del autobús y lanzarse a la calle para salvar sus vidas. No se ha establecido oficialmente cuántas personas viajaban en el vehículo, cuya capacidad es de 55 pasajeros, según transportistas.
Varios supervivientes dijeron a periodistas que el fuego se inició en un lugar junto al asiento del conductor, Próspero Ortega Justiniani, y las llamas se expandieron rápidamente por todo el vehículo y luego hubo una explosión.
Sin embargo, el director de la PTJ, Jaime Jácome, aclaró a la prensa que «no hay rastro de explosivos» en el autobús. La ministra de Gobierno y Justicia (Interior), Olga Golcher, y otros funcionarios de la PTJ dijeron que las investigaciones preliminares indican que la explosión pudo deberse por la combustión rápida de la mezcla de combustible y oxígeno.
Agregó que las víctimas mortales perecieron en la parte trasera del autobús y lamentó que éste no tuviera puerta trasera para que los pasajeros pudieran salir. El conductor del autobús indicó a la prensa que él y su ayudante pudieron escapar de las llamas y salvar la vida de algunos pasajeros. Otros pasajeros fueron salvados por el conductor de otro autobús que pasaba por el lugar, después de romper con una varilla algunas ventanas del vehículo siniestrado.
