(PL/Agencias).- La campaña para la segunda y definitiva vuelta de las elecciones presidenciales del próximo domingo se cerró en Ecuador, sin que ninguno de los dos candidatos sea claro favorito para ocupar la Jefatura del Estado. Los insultos y las promesas fueron protagonistas en la etapa final de la campaña electoral ecuatoriana en la cual se disputan la presidencia del país los candidatos Alvaro Noboa y Rafael Correa.
La incertidumbre de los ciudadanos alcanza también a la mayoría de empresas encuestadoras, que no se han atrevido a señalar un claro ganador en los informes a sus abonados, que por prescripción legal no pueden difundirse en Ecuador desde 20 días antes de los comicios.
Incluso en los puntos fuertes y débiles de los dos candidatos, el empresario Alvaro Noboa y el izquierdista cristiano Rafael Correa, tampoco se ponen de acuerdo los especialistas, que en ocasiones valoran el mismo factor de forma contraria.
Acusaciones mutuas
En las últimas semanas, Noboa ha denunciado también una «campaña sucia» en su contra que concentra mensajes de explotación laboral en sus empresas, contratación de menores y el no cumplimiento del pago de la producción de banano a pequeños productores, entre otros temas. Como es costumbre en sus intervenciones públicas, Noboa hizo alusión a la religión. Al final de su discurso se arrodilló en la tarima y dijo: «Yo quiero, ecuatoriano, y le pido a Dios de rodillas, quiero ecuatoriano que tú tengas empleo, que tú tengas vivienda, que tú tengas salud, que tengas educación y que puedas vivir con Dios en tu corazón» y convocó a los ciudadanos, especialmente a los indecisos, a pronunciarse a su favor en los comicios del domingo.
A su vez, Correa visitó esa ciudad portuaria donde fue recibido por miles de simpatizantes que colmaron una de las avenidas más grandes e importantes y que formaron una gran marea de las banderas verdes del partido del candidato. Previamente había realizado una nutrida caravana motorizada desde localidades cercanas.
Correa, de 43 años, atacó, en su último discurso, la política de Noboa como empresario. «Necesitamos que Alvaro Noboa no tercerice (contrate indirectamente) más a nuestros jóvenes, necesitamos que ya no suba el precio de la harina, del pan de cada día, necesitamos que pague más impuestos, necesitamos que pague el precio oficial de la caja del banano (que exporta)», dijo. Noboa tiene el monopolio de la harina en Ecuador.
«Nosotros le estamos llamando el ´arranque de la revolución ciudadana´ más que el cierre de campaña», aseguró Ricardo Patiño, director de acción política del partido de Correa, Alianza PAIS (Patria Altiva i Soberana).
«El mensaje es que aquí hay dos opciones, la opción de lo mismo, respaldada por los viejos partidos, y nosotros los ciudadanos de a pie, representando a la gente que exige cambios en el país, somos una versión distinta de la política», dijo Patiño.
Patiño señaló que también ayudó «precisar nuestras ofertas» en aspectos como subsidios directos a la vivienda y desarrollo humano, crédito al sector microempresarial, propuestas de reducción de tarifas eléctricas, entre otros.
