(PL/Agencias).- Muchos esperaban una pelea bastante cerrada en la segunda y definitiva ronda de las elecciones presidenciales de ese país, pero todo apunta a una victoria contundente del economista de izquierda Rafael Correa.
Correa, de 43 años, vence a su adversario, el empresario Álvaro Noboa, considerado el hombre más rico del país, incluso en las regiones costeras donde era considerado tener un apoyo más débil.
El pueblo ecuatoriano, al parecer, quiere el cambio radical que Correa les está prometiendo.
El economista habla de una «revolución ciudadana» para revertir lo que llama una sistema político desacreditado, un sistema que ha dado ocho presidentes de los últimos diez años.
Tres de estos mandatarios fueron obligados a abandonar el poder por multitudes de personas molestas; entre ellos el anterior presidente, Lucio Gutiérrez.
De visión fuerte
Correa, quien desempeñó brevemente el cargo de ministro de economía en el pasado gobierno interino del presidente Alfredo Palacio, quiere garantizar que una mayor parte de la riqueza de Ecuador sea distribuida entre los más necesitados.
Desea además una mayor representación para las mujeres y la comunidad indígena.
Además, es partidario a poner un alto a la emigración que vive el país, que ha visto cómo cientos de miles de personas han partido a Europa y Estados Unidos en búsqueda de una vida mejor. También tiene una postura bastante clara acerca de las relaciones entre su país y estados Unidos.
No tiene intención de firmar el Tratado de Libre Comercio con el gobierno de Washington y desea cerrar una base militar que ese país posee en suelo ecuatoriano. También ha llamado «torpe» al presidente estadounidense George W. Bush.
Sin embargo, Ecuador adoptó el dólar estadounidense como su moneda oficial hace seis años, por lo que es difícil no ser amigo de Estados Unidos si los billetes que manejas cada día tiene las caras de Abraham Lincoln y George Washington.
Esta quizás sea la razón por la que Correa ha tratado de poner cierta distancia entre su persona y la del radical presidente de Venezuela, Hugo Chávez, su amigo y crítico del gobierno de EE.UU.
Mientras sus seguidores se lanzaron a las calles a celebrar, Correa se dirigió a la televisora nacional para exponer una serie de puntos
El principal, dijo, era que iba a ser una persona íntegra y que iba a responder a su propio criterio.
Agregó que no se dejará influenciar por Chávez y tratará de buscar la amistad de todos los países de la región, incluso Estados Unidos.
Sin experiencia política
Con un doctorado de una universidad estadounidense, este políglota economista, que además toca la guitarra, ha impresionado a muchos por su energía de carácter juvenil y su gran entusiasmo.
Sin embargo, es una persona de poca experiencia política y lidera una un nuevo partido político que no posee representación en el Congreso.
Votar es obligatorio en Ecuador, pero aún así buena parte de los nueve millones de votantes acudieron a las urnas sin mucho entusiasmo.
Una mujer afuera de un centro de votación de la capital, Quito, dijo que «el ganador debería cumplir sus promesas. Vivimos en un desastre por eso, porque prometen muchas cosas durante la campaña. Pero una vez en el poder, ellos lo olvidan todo, todo».
«Cada día la pobreza se pone peor y ahora no somos tan optimistas porque cada vez que hemos votado siempre ocurre lo mismo. Ahora somos pesimistas y no sabemos qué hacer».
Manuel, un limpiabotas de la plaza del Teatro, en centro colonial de Quito, dijo: «Primero que nada queremos a alguien que haga lo que ha prometido, alguien super honesto, un hombre de palabra. Alguien que podamos respetar como presidente».
Factor miedo
Álvaro Noboa ha intentado en tres oportunidades convertirse en presidente y las tres veces ha fracasado. A pesar de eso, nadie lo acusa de no haberse esforzado durante sus campañas.
Recorrió el país, empuñando una Biblia y regalando computadores, sillas de ruedas y medicinas. Prometiendo la creación de empleos, la construcción de casas y el incremento de los salarios.
«Como Cristo», decía, «todo lo que quiero es servir… para que los pobres puedan tener casa, asistencia social, salud, educación, empleos».
Es dueño de más de 100 compañías, tiene amigos cercanos en Washington y una fuerte base dentro de la comunidad empresarial de la ciudad costera de Guayaquil.También trató de asustar a los votantes asegurando que su rival iba a ser un títere del presidente Chávez.
Como sea, todo parece que los electores estaban más preocupados de que Noboa podría representar el tipo de político al viejo estilo latinoamericano, del cual están cansados desde hace varios años.
El Centro para la Investigación de asuntos Económicos y Políticos, con sede en Washington, una organización no gubernamental de corte independiente, señaló en un informe que «el factor miedo ha sido la principal estrategia de la derecha en todas las elecciones que se han realizado en América Latina este año».
«Pero no hay razón para pensar que el resultado de esta elección afectará negativamente la economía ecuatoriana, independientemente de quién resulte ganador».
Ecuador, con su riqueza petrolera y bananera, debería tener una mejor condición económica de la que posee. Años de corrupción y mal manejo político son las razones de la alta inestabilidad política y económica que atraviesa.
Ahora, el pueblo de Ecuador apuesta a Rafael Correa.
