A pesar de los intentos, 800.000 «sin papeles» en lo que va de año


El año 2006 terminará con la entrada irregular de aproximadamente 800.000 inmigrantes, una cifra similar a la registrada en los últimos años. De ellos 220.000, serán dados de alta en la Seguridad Social a lo largo del año, lo que significa que la bolsa de inmigración irregular está entorno a 1.500.000 y 1.600.000 ‘sin papeles’. Lo que supone la cifra más alta desde que el Gobeirno aprobó en 2005 el último de los cuatro procesos de regularización.

En un interesante reportaje publicado en El Confidencial y que firma Carlos Sánchez se destaca que la inmigración irregular no ha remitido sino que ha seguido creciendo. Si nos centramos por países comprobamos que los bolivianos y los rumanos son los que más están entrando. En cambio los ciudadanos procedentes de Colombia y Ecuador han sufrido una pequeña caída. El número de marroquíes continúa creciendo.

AUMENTO EN LA AFILIACIÓN DE EXTRANJEROS

En lo que va de año, según datos del Ministerio de Trabajo, la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social ha aumentado en 192.103 trabajadores. De ellos el 70% procede de países de fuera de la Unión Europea.

Pero la cifra de afiliados extranjeros aumenta considerablemente si nos fijamos en los años anteriores a la regularización, entre 70.000 y 130.000.

Pero si seguimos analizando destacaremos que en el año 2006, se está produciendo un fenómeno a la inversa, pues muchos trabajadores que en su día estuvieron dados de alta en la Seguridad Social han vuelto a la economía sumergida como condición indispensable para obtener la residencia.

Un fenómeno que se está produciendo en el régimen de empleados o empleadas del hogar, que ha visto un desecenso de la afilición de un 16,14% respecto al 31 de diciembre del año pasado. Se ha pasado de más de 300.000 cotizantes a casi 60.000.

NO EXISTE UNA OFERTA REAL DE TRABAJO

Lo que sucede realmente es que los inmigrantes se enfrentan en muchas ocasiones a contratos falsos que únicamente buscan la regularización pero que no ofrecen una oferta real de trabajo.

El «truco» está en que lo que requiere el empleado del hogar para legalizar su situación es una carta del empleador, antes se requería una oferta de empleo por parte del empresario.

De este modo, esos trabajadores contratados se han dado de baja a partir del momento en que han obtenido el permiso de residencia para los dos próximos años, así obtienen un margen para ser contratados de forma irregular, ahorrándose tanto el empresario como el trabajador el pago a la Seguridad Social.

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