(PL/Agencias).- Los presidentes de los países del Mercosur han debatido en la primera jornada de la XXXI cumbre que celebran en Río de Janeiro «todos los problemas de la integración», en una reunión privada previa al encuentro de trabajo que tendrán mañana, cuando concluirá la cumbre semestral del bloque.
Ninguno de los mandatarios de los países miembros del Mercosur ha hecho declaraciones sobre el encuentro, en el que único ausente entre los socios fundadores del bloque fue el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. Tampoco estuvo presente el presidente peruano, Alan García, quien está representado en esta cumbre por su ministro de Relaciones Exteriores.
Sólo el ecuatoriano Rafael Correa, que asiste por vez primera a una cumbre del Mercosur, del que su país es miembro asociado, dio unas pocas pistas sobre el contenido del encuentro: «La percepción que tengo es que existe un ambiente de armonía en la región en este momento», indicó Correa, quien sostuvo que tener «empatía y coincidencias es fundamental para sacar adelante los proyectos».
Entre otras propuestas, se debatirá en Río de Janeiro la solicitud del presidente boliviano, Evo Morales, quien ha pedido el ingreso en el grupo de su país como miembro de pleno derecho. Argentina, Brasil, Paraguay Uruguay, Venezuela —miembros plenos del Mercosur—, Chile, Bolivia, Perú y Colombia también discutirán sobre una mayor integración de América del Sur.
Según Correa, existe «una voluntad política para esa integración», aunque apuntó que «no basta querer», sino que «hay que saber el camino». En opinión del asesor especial para Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Marco Aurelio García, en la reunión «hubo un diálogo franco y directo», en un «clima de consenso», aunque ello no ocultó algunas diferencias que existen en la región.
Reuniones bilaterales
Antes y después del encuentro de todos los mandatarios presentes hubo también varias reuniones bilaterales y de funcionarios de varios gobiernos, de las que salieron algunos anuncios concretos de cara a una mayor integración.
Los presidentes brasileño y venezolano, Lula da Silva y Hugo Chávez, firmaron una declaración que supone el primer paso firme hacia el Gasoducto del Sur, un monumental proyecto mediante el cual se pretende llevar gas venezolano hasta Argentina, a través de territorio brasileño.
La declaración firmada por los mandatarios dice que el primer tramo de la obra será construido entre Güiria (Venezuela) y Recife (Brasil), tendrá una extensión de unos 5.000 kilómetros y capacidad para transportar 50 millones de metros cúbicos de gas. Ese combustible deberá llegar a una refinería que las petroleras brasileña Petrobras y la venezolana PDVSA construirán en las afueras de Recife.
El presidente venezolano también se reunió con el argentino Néstor Kirchner quien, según dijo Chávez, visitará Caracas el próximo 20 de febrero. Además, afirmó que Venezuela seguirá comprando títulos de la deuda exterior argentina. Tras la reunión, Chávez dijo que «el eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires está cada vez más fuerte».
