Las escuelas de samba gastan casi 30 millones de dólares en el carnaval de Río

(PL/Agencias).- Las trece escuelas de samba que disputarán desde hoy el máximo título en el carnaval de Río de Janeiro habrían gastado en conjunto el equivalente a 29,5 millones de dólares en la producción de sus desfiles.

Beija-flor de Nilópolis, favorita para alcanzar este año su cuarto título, invirtió unos 3,5 millones de dólares para recrear en el sambódromo un viaje por los misterios de África.
Su prima pobre es Imperio Serrano, que con dificultades reunió 1,5 millón de dólares para exaltar este año la diversidad social.

Los gastos de las trece escuelas van desde la importación de material y tecnología, hasta el pago de personal y de la creación de efectos especiales, según un informe publicado hoy por «O Dia».

«La exigencia de un espectáculo grandioso con gastos fabulosos es un camino sin regreso. Pero aún creo que lo que cuenta es la base de la escuela, sus componentes», afirmó el director del carnaval, Laíla.
El presidente de Grande Río, Hélio Ribeiro de Oliveira, dista de la visión romántica de Laíla y admite que muchos de los recursos gastados por ellos tienen que ver con la adquisición de tecnología.

Así como saber sambar es importante, los directivos de Grande Río cuidan los detalles con computadores de mano. «Somos una escuela de vanguardia», explicó.

Recién llegada al elitista grupo de las grandes escuelas, «Estácio de Sá» pasó de un presupuesto de 125.000 dólares, cuando abandonó el Grupo de Acceso, a 1,8 millones de dólares. La improvisación y la utilización de materiales alternativos son cosas del pasado para «Estácio de Sá».

«El director que cree que puede disputar el título con un disfraz hecho con botellas plásticas tendrá que desfilar en otro nivel. Si el carnaval continúa con este nivel de exigencia, será inviable para las escuelas sin patrocinador», dijo el especialista Marcos Fernandes.

Cuatro mil o cinco mil «desfilantes» componen cada una de las trece escuelas, bajo la dirección artística de un «carnavalesco», el principal artífice de la «fiesta mayor» de los brasileños.

Por el sambódromo pasarán seis escuelas en la noche de este domingo hasta la madrugada del lunes, mientras las otras siete lo harán al día siguiente.

Para su desfile cada «escola» escogerá un «enredo» o argumento que cobra vida en samba, la música que tiene matriz negra africana.

Para ilustrar su «enredo», las escuelas crean verdaderas artesanías de dimensiones gigantescas elaboradas con elementos diversos («aderezos») y montadas sobre estructuras de hierro y madera que se movilizan sobre ruedas («carros alegóricos»).

Las «escolas de samba» se dividirán en «alas» o grupos de unos 200 sambistas uniformados con diversos disfraces («fantasías»), que cantan y danzan de acuerdo con la coreografía establecida por el «enredo».

Las «alas» tendrán denominaciones propias y un coordinador, cada una será independiente de las otras, pero todas estarán subordinadas a las indicaciones del «carnavalesco».
Entre los «desfilantes» hay «sambistas especializados», que van de «comissao de frente», a «mestre-sala» y «porta-bandeira», «destaques», «passistas», «ritmistas», instrumentistas, compositores, «puxadores», «baianas» y «velha-guarda».

La «comissao de frente» abrirá el desfile de la «agremiación», sus sambistas se distinguirán por sus sobrios uniformes, con los colores que identifican a la escuela.
El «mestre-sala» y la «porta-bandeira» conducen el símbolo máximo de la escuela, la bandera, y con su característica danza evocan el ritual de los guerreros africanos.

Los «destaques» representan los personajes del «enredo». Los «passistas» son sambistas que danzan sus propias creaciones, mientras los «ritmistas» son «passistas» que se presentan «sambando».

Unos 200 o 300 «instrumentistas» componen cada «batería», la orquesta en la que hay quince tipos de instrumentos de percusión.

Los «puxadores de samba» interpretan la samba de cada escuela, tienen un titular y cuatro o cinco auxiliares que se desplazan a pie cerca de un camión con potentes equipos de sonido y amplificación.

La samba de enredo se graba en una cinta magnetofónica «sin fin», que «puxador» y auxiliares cantan durante el desfile, de casi una hora.
Señoras de edad madura componen el ala de las «baianas» en homenaje al estado de Bahía, en cuya capital, Salvador, los portugueses establecieron la primera capital de Brasil.
Al final, la «velha-guarda» o los sambistas más viejos.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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