(EFE).- El líder cubano, Fidel Castro, atacó con dureza, en su tercer mensaje en menos de dos semanas, al presidente de EEUU, George W. Bush, por la decisión de una magistrada de otorgar libertad bajo fianza al anticastrista Luis Posada Carriles.
Tras dos editoriales publicados los pasados 4 de abril y 29 de marzo para referirse a la situación mundial y a los peligros del etanol, Castro acusó a Bush, en un comunicado difundido el martes por fuentes oficiales cubanas, de estar detrás de la concesión de la libertad condicional a Posada, acusado de terrorismo por La Habana y Caracas.
Castro no mencionó su estado de salud en el comunicado, algo que tampoco hizo en los editoriales, publicados por el diario «Granma», órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
El líder de la revolución, convaleciente de una enfermedad que se mantiene como secreto de Estado y que le obligó a delegar sus cargos en su hermano Raúl hace más de ocho de meses, no aparece en público desde el pasado 26 de julio y sus últimas imágenes fueron trasmitidas por la televisión local el 30 de enero pasado.
En el nuevo mensaje, Castro tachó a Bush de ser «el más genuino representante de un sistema de terror que ha sido impuesto al mundo», a Posada de ser un «monstruo» y emplazó al pueblo cubano a que el primero de mayo, Día del Trabajo, «con un mínimo de gasto en combustible y medios de transporte, exteriorice sus sentimientos a los trabajadores y los pobres del mundo».
«Sólo de la Casa Blanca podían proceder las instrucciones para el fallo dictado por Kathleen Cardone, jueza de la Corte Federal de El Paso, Texas, el pasado viernes, concediéndole la libertad bajo fianza a Luis Posada Carriles», indicó Castro en el comunicado.
Las declaraciones del líder cubano se producen después de que Cardone denegara el martes una moción interpuesta por el Gobierno de Estados Unidos para suspender la decisión de la propia magistrada de dar libertad bajo fianza de 350.000 dólares a Posada.
Castro acusó a Bush de eludir «el carácter criminal y terrorista del acusado», y a las autoridades estadounidenses de «protegerlo imputándole una simple violación de trámites migratorios».
Agregó que el Gobierno de Estados Unidos y «sus instituciones más representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo».
Dijo que «no por esperada la decisión de Bush es menos humillante para nuestro pueblo» y afirmó que para el presidente de EEUU «no era suficiente (…) haber ultrajado el nombre de Cuba» instalando en la base de Guantánamo «un horrible centro de tortura similar al de Abu Ghraib».
«No le bastaban -continuó- los 100.000 millones de dólares que obligaron a gastar a un país pobre y subdesarrollado como Cuba (estimación que hace La Habana de los efectos del bloqueo comercial que mantiene EEUU desde hace 45 años contra la isla). Acusar a Posada Carriles era acusarse a sí mismo», dijo.
Posada, ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y detenido en EEUU en 2005 por entrar ilegalmente en el país, está acusado por La Habana y Caracas, entre otros crímenes, del atentado contra un avión de Cubana de Aviación que explotó en pleno vuelo en 1976 con 73 personas a bordo.
Actualmente se encuentra recluido en una cárcel de Nuevo México y se enfrenta a dos procesos en EEUU, uno en los tribunales de justicia federales por fraude migratorio y falso testimonio, y otro en los tribunales migratorios por ingreso ilegal.
El 27 de febrero, Castro mantuvo una conversación de 32 minutos con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, en el programa «Aló Presidente», la más larga que se ha hecho pública desde que delegó el poder y en la que demostró que seguía al tanto de la actualidad internacional.
