(EUROPA PRESS).- La película que el cineasta estadounidense Woody Allen empezó a rodar el pasado lunes en Barcelona ha creado un duro enfrentamiento en la comisión municipal de Cultura, Educación y Bienestar Social.
La edil del PP Àngels Esteller ha aseguró que el equipo de gobierno ha hecho «espectáculo» del rodaje y «da codazos» para fotografiarse con Woody Allen, unas declaraciones que lamentó el primer teniente de alcalde, Carles Martí, quien la acusó de «mentir».
Según Esteller, con la película «se está dando un espectáculo sin precedentes, más propio de una ciudad provinciana que una cosmopolita, que tendría que estar acostumbrada a que cineastas y gente con talento» acudan a la ciudad.
La edil popular recriminó al tripartito que «parece que en Barcelona no haya más que Woody Allen». «Se dan codazos –los miembros del equipo de gobierno municipal– para hacerse una fotografía a su lado», dijo. Esteller criticó la visita del alcalde y varios concejales a Nueva York, donde se entrevistaron con Allen.
La intervención de Esteller enojó al teniente de alcalde Carles Martí, quien la acusó de «mentir». «No se puede decir cualquier cosa», aseguró.
Por su parte, desde las filas del bipartito, el delegado de Cultura, Jordi Martí, lamentó las críticas de provincianismo hechas por Esteller, y destacó que esta es la segunda vez que Allen rueda una película fuera de Nueva York, y la primera que lo hace en una ciudad no anglófona.
Inversión financiera
Jordi Martí recordó que el Ayuntamiento ha destinado un millón de euros a la productora de la película, la catalana Mediapro, «en términos de inversión», a través de la sociedad municipal Barcelona Emprèn.
Ello significa que, «en función de su aportación posterior, existe la opción de recuperar parte o la totalidad de la inversión», añadió el delegado de Cultura, quien recordó que el viaje del alcalde a Nueva York no se hizo para verse con Allen, sino para «inaugurar una exposición de arte en el Metropolitan», y, aprovechando la visita, se saludó a Allen.
Ajeno a estas cuitas políticas, el cineasta neoyorquino continua, precisamente cerca del consistorio, rodando nuevos planos de la película.
