(Manuel Cadenas Mujica).- La capital del vino de América del Sur, con más de un millar de bodegas en febril actividad, es además una ciudad encantadora. Paraíso arbolado, Mendoza; rincón de plácida existencia, bulevares y calles que invitan al pie paciencioso, a la tarde risueña en terrazas que se dejan habitar para conversaciones interminables; pese a su millón y medio de habitantes no ha sucumbido todavía a los apuros de las grandes urbes.
Aún se impone, con ese tono provinciano redescubierto ahora bajo el pomposo rótulo de “calidad de vida”, la rigurosa siesta vespertina, cuando la ciudad se devuelve sin excepciones al calor del hogar hasta entrada la tarde, para regresar a las labores en cuerpo y espíritu reconciliados ya con la vida.
Escribe Manuel Cadenas Mujica
Fotos de Eric Dañino
Vinos que brotan espléndidos, rotundos y claros como el cielo al pie de la cordillera de los Andes; sabores que se multiplican en cada vez más exquisitos y diversos escenarios gastronómicos; mujeres de belleza inalcanzable, inefable y luminosa; redondean los encantos mendocinos hasta tornarlos casi de fábula, si no fuera porque son precisamente ellas quienes se han propuesto darles relieve a través de Mujeres Gourmet. Se trata de la versión femenina (no tienen rubor en reconocerlo) del Club Gourmet masculino que lleva varios años en Mendoza realizando esa labor.
Mujeres Gourmet nació apenas en julio del 2005, cumple poco menos de dos años reuniéndose cada primer miércoles de todos los meses para compartir una cena en algún restaurante, que ha de abrirles el corazón de sus especialidades a tan experimentados paladares: todas están relacionadas de una manera u otra con la actividad vitivinícola y gastronómica de Mendoza, no todas conocedoras pero sí ávidas de profundizar y difundir la cultura del vino y la buena mesa. Preside Mujeres Gourmet la periodista Alejandra Navarría y hay entre ellas chefs, traductoras, dueñas de bodegas, restauradoras, periodistas, ingenieras agrónomas.
“Comenzó con veinte personas y ha crecido. Casi todas nos conocemos. Si habría un perfil es que puedan aportar y quieran enriquecerse. Muchas se pelean por entrar al grupo”, Alejandra tiene a su cargo, además, la sección de Sociedad del Diario de los Andes, en Mendoza. “¡Nos tenemos que gustar!”, añade Fatmi Cazar, la más alegre del grupo que se reunió aquella noche en Mi Tierra, Restaurante Temático, en la esquina de Mitre con San Lorenzo, muy cerca de la Plaza Independencia.
Mi Tierra es un restaurante que busca conciliar las carnes regionales como el conejo, el ciervo, el jabalí o el faisán, con un excelente pan casero y una propuesta de nouvelle cousine, a la que se suma la oferta temática de vinos. Cada salón está dedicado a una bodega: Norton, Catena Zapata, Chandon y Terrazas de Los Andes, ambientados con fotos de sus viñedos, bodegas, casas y otros espacios.
Estuvieron también María Florencia Da Souza (Directora de Grandes Cuentas del diario La Nación en Mendoza y vicepresidenta de Mujeres Gourmet), Cristina Pandolfi de Fernández (Subgerente de Estadísticas y Asuntos Técnicos Internacional del Instituto Nacional de Vitivinicultura argentino), Soledad Calle (bodega Schetira); Florencia Manganelli (cheff); Susana Menéndez (profesora de inglés y traductora especializada).
Desborde de entusiasmos, están decididas a darle un nuevo impulso a la gourmandise mendocina propiciando con sus reuniones, en las que no faltan charlas y exposiciones temáticas, un especial cuidado por la calidad y exquisitez en la oferta gastronómica. Entre sus proyectos hablaron de un newsletter y, luego del Portal Gastronómico de Mendoza, proyecto de María Florencia para el que cuenta con el apoyo de la Asociación de Hoteleros, Gastronómicos y Afines de esa ciudad. A estas alturas, todo aquello ya debe andar sobre ruedas.