(Victor Hugo Sandoval).- Todo joven que sueña con Europa y que nunca ha vivido en ella cree que la vida se parece mucho al cine. que vivir en Madrid es tomar un café con un cigarrillo mientras se discute quién es mejor: Camus o Sartre; y que Lima es sólo la ciudad fea a quien un afamado intelectual peruano llamó Lima, la horrible. Vilma Tunset, nos da una lección y echa por tierra todos estos estereotipos.
Vilma, que no es madrileña ni tampoco es limeña, encuentra que Madrid y Lima son muy parecidas: el estrés, las cosas suceden sin dar un respiro, los coches corren a gran velocidad aquí, en Lima los carros también, el ruido aquí, el caos allí, “los edificios”, nada se detiene. Vilma no ha descubierto el fuego ya que no es la primera vez que escucho tal teoría; pero Vilma sí es la primera persona en decírmelo sin que le intimide una cámara. Aunque un conocido español le refutaría tal teoría: Lima es como Nueva York; pero si la comparamos con La Paz. Nueva York sí que debe intimidar.
Lima intimida también, al menos a los recién llegados eso suele pasarles. Sólo que mezclan esta sensación con rechazo. A mí también los primeros días Madrid me intimidó; pero sin rechazo. Pero no creo lo que de Vilma sea intimidación; es nostalgia por Chiclayo.
Pero siempre es el trabajo quien da esa vuelta de tuerca y nos arroja a todos a Lima o a una ciudad grande, en donde – por cierto – tampoco hay trabajo. Es decir, la paz en provincia puede resultar muy tentadora; pero no es rentable.
Nombre: Vilma Tuset de Núñez
Nacionalidad: Peruana
Ocupación: Comerciante en una feria de artesanías
Llegó a Madrid hace cinco meses.
