Terminó «pesadilla africana» de ecuatoriano

Terminó "pesadilla africana" de ecuatoriano

Con la ilusión de mejorar sus ingresos económicos para mantener a su esposa y tres hijos, en octubre del 2003 Jaime Sánchez partió desde Esmeraldas rumbo a Maputo, en Mozambique (África), donde pretendía obtener un trabajo extrayendo diamantes y oro de las minas, publica hoy el diario El Universo de Ecuador.

Un amigo le había comentado que en esa labor percibía unos $ 600 mensuales, $ 480 más de los $ 120 que Sánchez ganaba como guardián por lo que decidió viajar en un barco con el riesgo de ser deportado, pues no tenía documentos para entrar a ese país africano.

Al llegar, él perdió su pasaporte y más documentos personales en un asalto, por lo que decidió cruzar la frontera y probar mejor suerte en Sudáfrica. Evadiendo los controles migratorios, se radicó en el puerto Richards Bay, un pequeño poblado donde se dedicó a laborar en pequeñas construcciones y ayudar en un taller mecánico para ganarse la comida del día, mientras residía en una cabaña junto a otros migrantes de Tanzania, Mozambique o Malawi.

“Sin identidad y sin hablar el idioma oficial (inglés) o las lenguas nativas africanas, no podía conseguir nada mejor”, señaló el emigrante. Más bien, su familia lo ayudaba enviándole algo de dinero para que pueda mantenerse en ese país mientras gestionaban su regreso ante autoridades de migración del gobierno anterior o él podía conseguir embarcarse en un buque que lo llevara a un país donde hubiera la embajada de Ecuador, que no hay en Sudáfrica, para facilitar su retorno.

“Luego de tanto andar, finalmente este gobierno nos ayudó, pero cuando mi hermano se disponía a llamar a Ecuador para darnos la dirección donde la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) debía enviarle el pasaporte y el pasaje, sucedió lo peor”, recordó Juana.

Era el 2 de noviembre del 2007 cuando Jaime fue detenido por indocumentado. Desde entonces sus familiares perdieron su rastro y agilizaron su búsqueda ante la Senami.

“Me tuvieron varios días en una estación de policía de Richards Bay y luego me enviaron a una prisión en la ciudad más cercana que es Durban, donde estuve hacinado con otros presos. Como yo era el único indocumentado y el centro para inmigrantes está en Johannesburgo, a diez horas en carro, no iban a hacer un viaje solo para llevarme a mí”, expresó.

Él fue llevado al centro de inmigrantes en Johannesburgo, desde donde retornó a Ecuador. Ayer llegó a Guayaquil, donde lo recibieron su hermana Juana, su esposa Mirella Rodríguez y sus hijos Joselyn, de 15 años con su bebé de 10 meses; Joel de 9 años y Jaime de 8; y su hermana Juana, quien fue la principal gestora de su retorno. Así, ella cumplió el pedido que su mamá le imploró antes de morir: “no te olvides de mi Jaime”.

TEXTUAL: Lo que dijo

Jaime Sánchez
Emigrante
“En prisión lloré, recé… Perdí las esperanzas de volver a ver a mis hijos, mi esposa y mis hermanos en Ecuador… Después de todo lo que viví nunca más me iré”.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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