(PL).- Pocas horas antes del comienzo de la jornada electoral conocida como el ‘supermartes’, que decidirá los candidatos que van a batirse en las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, Hillary Clinton se ha emocionado, y hasta ha llorado.
Lo puede corroborar la multitud que fue a verla al centro de estudios infantiles de Yale en New Haven (Conneticut), que vio como la senadora de Nueva York se enternecía cuando el abogado que se encargó de darle la palabra dijo algo así como que la Clinton «los tiene bien puestos» y que puede estar «orgullosa de lo que ha logrado hasta ahora» . Fue demasiado para la senadora, que no pudo contener las lágrimas.
Lo cuenta el diario británico The Times, en su edición digital. Hillary Clinton se secó los ojos enrojecidos por la emoción y se dirigió a la concurrencia: «Había prometido que no lloraría». Pero está visto que no pudo evitarlo.
¿Es un ‘deja vu’ o esto ya había pasado antes?
Efectivamente, es la segunda vez que Hillary Clinton muestra al mundo sus emociones desde que comenzó la carrera de las primarias en el país norteamericano.
La vimos llorar el pasado 7 de enero tras perder en el caucus de Iowa, el primer estado que votó a los aspirantes a candidatos presidenciales. Después del llanto vino la euforia con la aplastante victoria de New Hampshire. ¿Sería una estrategia? Eso se siguen preguntado ciudadanos de dentro y fuera de Estados Unidos.
Y es que lagrimillas aparte, Hillary ha sido una dura e implacable adversaria para su colega de partido Barack Obama. Los dos han intentado demostrar que son un diez en la escala de dureza (o sea un diamante), una cualidad que, al parecer, es muy valorada en aquellos que aspiran a representar a los demócratas en noviembre, ya que tienen que hacer frente a «la máquina de ataque de los republicanos». Y si no, ojo a estas frases:
* Hillary Clinton:»He sido muy dura en la campaña. Se abre una nueva etapa y necesitamos a alguien con la experiencia, la fortaleza y los conocimientos para manejar lo que tenemos entre manos».
* Barack Obama:»Estoy acostumbrado a la aspereza y a caerme».
La dureza no es suficiente para ganar unas elecciones, así que los respaldos externos siguen llegando. El último en pronunciarse ha sido Robert DeNiro, que ha brindado su apoyo al candidato afroamericano, mientras que otro peso pesado de Hollywood, Jack Nicholson, se ha decantado por Clinton.
La suerte está echada en una de las contiendas demócratas más emocionantes de los últimos años. El ex presidente y marido de la candidata, Bill Clinton, ha explicado cómo se siente, en su última intervención: «He esperado toda mi vida para votar por un candidato afroamericano. He esperado toda mi vida para votar a una candidata mujer. Me siento como si Dios estuviera jugando con nuestras cabezas y nuestros corazones».