Cuba obliga a «autoflagelarse» en TV al joven que debatió con Alarcón

(PL).- Lo han hecho al viejo estilo soviético. El muchacho, cuyos padres ni se atreven a abrir la boca, aparece en un vídeo desmintiendo haber sido detenido y culpando de todo a los pérfidos medios de comunicación occidentales. Es la fuerza del miedo y el temor que infunde todavía Fidel Castro.

Se sabía que iba a traer cola la difusión en medios internacionales de prensa del polémico intercambio entre un grupo de estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Información (UCI) de La Habana y el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, ocurrido en enero.

Las autoridades respondieron ayer con dos vÍdeos, colgados en la página web del diario oficial Granma, en el que los mismos jóvenes que cuestionaron algunas políticas del Gobierno en el debate con Alarcón acusan a la prensa extranjera de “manipular” y “tergiversar” lo sucedido. Además, fue desmentida con mofa la noticia de la presunta detención del estudiante Eliécer Ávila, que hizo las críticas más agudas durante aquel encuentro.

El propio Ávila, de 21 años, asegura ante la cámara que las críticas realizadas frente a Alarcón en enero eran “para construir mejor el socialismo, y no para destruirlo”, y denuncia que sus criterios fueron utilizados por la “maquinaria de guerra mediática” para dañar a la Revolución. “Me he dado cuenta, realmente, de cuán eficaz y cuán rápida es esa maquinaria que tienen para tergiversarlo todo”, asegura. Y agrega que siente impotencia porque “prácticamente todo lo que están diciendo es una mentira total y que desvirtúa totalmente el sentido de lo que muchos ahí opinamos y dijimos”.

En aquel debate con Alarcón, el estudiante cuestionó las restricciones para que los cubanos viajen al extranjero y se hospeden en hoteles reservados para turistas. Preguntó también por qué el Estado les paga en pesos y les vende ciertos productos en una moneda 25 veces más fuerte, y por qué les prohíbe el acceso a servicios de Internet que no puede controlar, como Yahoo! o Gmail.

Ávila interrogó acerca de por qué no hay “un intercambio más abierto y más constante” entre los ministros y la población, para que cada funcionario explique los planes de su sector y el pueblo “sepa en cada momento por qué se lucha y cómo y cuándo se van a resolver los problemas y así pueda ayudar más y de manera consciente”. “Una revolución no puede avanzar sin proyecto. Nosotros estamos seguros de que existe: lo que queremos saber es cuál es”.

Aunque en todo momento se consideró “revolucionario” y partidario del socialismo, el estudiante de la UCI también puso el dedo en la llaga sobre el propio mecanismo electoral cubano, por el cual la población, dijo, termina eligiendo a personas que no conoce. “A lo mejor hay uno que, por ejemplo, no tiene la dificultad del transporte que tengo yo. A lo mejor la mujer sí tiene detergente y jabón para lavar la ropa del niño. La mía no tiene. Y cuando vamos a ver, en todas las esferas de la vida es muy diferente a mí. El hombre piensa como vive. ¿Me representa realmente a mí? ¿Tiene la disponibilidad de alimento que tengo yo?”.

Durante el fin de semana y el lunes, en un ambiente espeso y con rumores de maniobras de engaño, circularon rumores de que Ávila había sido detenido. Ningún corresponsal extranjero acreditado en la isla se hizo eco, pero la noticia sí fue publicada en algunos medios digitales y órganos de prensa del exilio cubano. Esto sirvió para dar aire a la tesis oficial de la confabulación y el “terrorismo mediático”.

“Cubadebate [medio digital revolucionario] conversa con estudiantes víctimas de manipulación”, es el título de los vídeos, difundidos ayer en Granma digital —de 5 y 8 minutos, respectivamente—.

Alejandro Hernández, otro de los estudiantes que ejerció la crítica en el debate, aseguró que la actitud de ciertos medios de prensa internacionales fue una “manipulación criminal” y “una ofensa al pueblo de Cuba”.

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