Los cubanos podrán comprar ordenadores

(Agencias / PD).- El Gobierno de Cuba ha liberado la venta de ordenadores, reproductores de DVD y otros equipos eléctricos como microondas en lo que se interpreta como la primera señal de que el nuevo presidente, Raúl Castro, pretende mejorar el acceso de los cubanos a bienes de consumo.

Un memorando del Gobierno asegura que esos y otros electrodomésticos anhelados por muchos cubanos podrán ser vendidos libremente de forma inmediata. La lista incluye televisores de 19 y 24 pulgadas, ollas eléctricas, bicicletas eléctricas y alarmas para coches. Otros equipos, como las tostadoras, tendrán que esperar hasta mediados de 2010.

«Basado en la mejoría de la generación eléctrica que muestra el país, se ha aprobado por el nivel superior de dirección del mismo la comercialización de algunas líneas de equipos cuya venta estaba prohibida», dice el documento que circula entre gerentes del sistema minorista estatal.

Los productos se venderán en pesos convertibles, una moneda que es 24 veces más fuerte que los pesos con los que el Estado paga los salarios a la mayoría de la población. El memorando añade que el Gobierno está «dando pasos» para adquirir los equipos, que inicialmente se venderán en tres tiendas de La Habana.

La venta de numerosos electrodomésticos se prohibió a raíz de la crisis de generación y distribución de energía eléctrica tras el colapso de la Unión Soviética a comienzos de la década de 1990. Hasta ahora, los ordenadores y otros equipos sólo podían adquirirse en las tiendas del Estado por extranjeros y empresas, no por el público en general.

Muchos de los equipos que el Gobierno ha distribuido a la población, con financiación a largo plazo y bajos intereses, son chinos. El memorando no precisa el origen de los equipos que podrán venderse. Raúl Castro ya flexibilizó en 2007 la normativa de aduanas para permitir la entrada de ordenadores y equipos de DVD -hasta entonces prohibido- mediante el pago de impuestos.

‘Necesidades materiales’

Raúl Castro anticipó medidas de este tipo tras suceder, el 24 de febrero, a Fidel Castro, un feroz crítico del consumismo y el despilfarro de recursos, por su enfermedad. «El país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales», dijo Raúl Castro cuando asumió el cargo.

El general también prometió mejorar la calidad de vida de los cubanos sin comprometer en lo más mínimo el sistema socialista que heredó de su hermano, y dijo que existe un «exceso de prohibiciones», además de comprometerse a comenzar a eliminar las más simples «en las próximas semanas».

El documento establece una segunda categoría de productos que serán vendidos libremente a partir de abril del 2009, siempre y cuando la oferta de electricidad lo permita. La lista incluye aparatos de aire acondicionado, de gran demanda en este país tropical, calentadores de agua y duchas eléctricas. Una tercera categoría saldrá a la venta a mediados de 2010 y en ella se incluyen hornos, cocinas y tostadoras.

Los comentarios de Castro sobre el exceso de prohibiciones llevaron a muchos cubanos a especular con la futura liberación del mercado inmobiliario y de automóviles, la simplificación de los tramites para viajar al extranjero o la posibilidad de abrir cuentas de telefonía móvil, si bien nada de ello se menciona en el documento.

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