El presidente venezolano, Hugo Chávez, resaltó ayerla «fortaleza» de la unión cívico-militar en torno a su «revolución», y reiteró que el «pueblo» está preparado para aplastar nuevamente los «permanentes» planes «imperialistas» de convertir a Venezuela en una «colonia».
Chávez habló, además, de la importancia «vital» del 2008 para la consolidación del proyecto socialista que lidera, en el marco de un desfile cívico-militar conmemorativo del sexto aniversario del golpe de Estado que lo derrocó durante 48 horas el 11 de abril de 2002.
En un discurso desde el caraqueño Paseo Los Próceres, recordó que «el mediodía del 12 de abril de 2002 crujía la patria», en referencia a que ese día se autoproclamó como presidente de facto el entonces líder empresarial Pedro Carmona, exiliado en Colombia desde mayo de ese año.
A juicio del gobernante socialista, en aquellas horas «el imperialismo y sus lacayos» locales «arremetieron con furia salvaje contra el pueblo y la revolución bolivariana».
«Pero para bien de la patria, desde las entrañas del cuerpo nacional surgió la fuerza moral, física y espiritual para barrer con aquella tiranía fascista», dijo Chávez durante el acto, transmitido en cadena nacional de radio y televisión.
El golpe del 11 de abril de 2002 se registró en medio de violentos disturbios en el centro de Caracas que dejaron 19 manifestantes oficialistas y opositores muertos a tiros, además de centenares de heridos.
Chávez fue repuesto en el poder la madrugada del 14 de abril por fuerzas militares que se definieron como «constitucionalistas» y que afirmaron haber sido alentadas por los «millones» que salieron a las calles de Caracas para pedir el regreso del gobernante.
«Los soldados del pueblo salieron a juntarse con el pueblo bolivariano. Aquí estamos hoy, más unidos que nunca, para decirle al imperio, a los vendepatria (los supuestos aliados internos del imperialismo) que Venezuela es libre y que más nunca será colonia de nadie», declaró el jefe del Estado.
Al exaltar la importancia del naciente cuerpo de Reserva Nacional, Chávez sostuvo que el país debe «continuar fortaleciendo su capacidad defensiva», porque «Venezuela está amenazada permanentemente por el imperialismo».
También recordó a sus seguidores que el «2008 es vital» para el proyecto socialista que dirige, ya que es el «año del re-impulso revolucionario».
En enero pasado el mandatario decretó la «rectificación y re-impulso» de los planes oficiales, un mes después de que fuera rechazada en referendo su reforma constitucional -que incluía la reelección ilimitada presidencial- y de cara a los comicios regionales de noviembre próximo.
En ese marco, Chávez cambió la mitad de sus 24 ministros y al vicepresidente, a fin de dar mayor «eficacia» a su gestión gubernamental, que inició por primera vez en 1999.
Las actividades oficiales conmemorativas del golpe de 2002, que incluyen foros y actos culturales, comenzaron el martes y culminarán mañana en Caracas con una gran manifestación que encabezará el presidente.
Por su parte, sectores de oposición y familiares de los presuntos implicados en la conspiración de hace seis años han denunciado que la «impunidad» y «manipulación» han signado los procesos judiciales derivados del caso.
El dirigente opositor Pablo Medina solicitó ayer en la Fiscalía un «antejuicio de mérito contra Chávez», por considerar que los sucesos de hace seis años «fueron provocados, planificados y orquestados desde Miraflores», la sede del Gobierno.
La oposición no ha celebrado actos públicos en Venezuela y ayer familiares de los once policías imputados por la muerte de ocho de los 19 manifestantes se reunieron en una plaza del este caraqueño para exigir justicia imparcial en esos casos.
