El principal reto del gobierno paraguayo que asumirá al poder el 15 de agosto próximo será la lucha contra la pobreza y la generación de empleo, anunció ayer el futuro ministro de Hacienda, Dionisio Borda.
(EFE).-Borda, que fue ministro de Hacienda en los primeros dos años del gobierno saliente de Nicanor Duarte, es el primer secretario de Estado designado para ese cargo por el presidente electo, el ex obispo Fernando Lugo.
«La preocupación principal, el reto mayor (…), es atacar la extrema pobreza, generar empleo y esto es un tema de mediano plazo, pero al mismo tiempo en el arranque daremos ya señales de que estamos haciendo en esta dirección», afirmó Borda.
La Encuesta Permanente de Hogares, elaborada en 2007 por la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos (DGEEC), desveló que el 35,6 por ciento de la población de Paraguay se encuentra por debajo del umbral de la pobreza.
El sondeo detalla además que el 19,4 por ciento de una población total de 6.054.976 vive en la pobreza extrema con ingresos menores a los 203.658 guaraníes (unos 46 dólares) que vale la «canasta básica de alimentos».
Otros datos de la DGEEC indican que el desempleo en Paraguay bajó del 11,1 por ciento al 8,5 por ciento el año pasado.
La misma fuente precisa que de 4,4 millones de paraguayos en edad de trabajar, 1,8 millones están desempleados.
Borda dijo que el país tiene ahora otras necesidades, en alusión a su gestión anterior, y anunció que dos equipos de trabajo se ocuparán de auditar las empresas públicas y elevar los planes de acción.
En el 2003, Borda se hizo cargo la cartera de Hacienda en medio de una amenaza de cese de pagos, que fue salvada con un acuerdo de contingencia con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Posteriormente encaró la reforma fiscal, que fue encarrilada de forma parcial, y durante su gestión aumentaron los ingresos y, en contrapartida, se redujo la evasión fiscal, aunque quedó pendiente la reforma del Estado.
«Tendremos que modernizar las empresas estatales, las agencias de regulación y el servicio civil para disminuir la corrupción, la discrecionalidad, y mejorar la eficiencia y la equidad», expresó el futuro ministro.
En cuanto a la designación de los demás miembros del gabinete que asumirá el 15 de agosto, Lugo aseveró en la víspera que hará la elección «a conciencia» y al margen de «las presiones».
Adelantó que nombrará a personas de su confianza en los ministerios de Interior, Defensa y Cancillería.
