Las cenizas que siguen emanando desde el volcán Chaitén, en erupción desde el pasado 2 de mayo, se expandían hoy hacia el este, alcanzando la localidad fronteriza de Futaleufú y territorio argentino, dijeron las autoridades.
(EFE).-Al mismo tiempo, expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) constataron que se mantiene la actividad sísmica en el interior del volcán, a una profundidad de entre cinco y siete kilómetros.
Un informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), precisó que la columna de la erupción mantiene una altitud de entre 5.500 y 7.000 metros y las cenizas, llevadas por el viento, se desplazan en sentido sureste-este, hacia Futaleufú y territorio argentino.
Los vulcanólogos del Sernageomín, que pernoctan en el buque «Aquiles», de la Armada, estacionado frente a la localidad de Chaitén, hacen vuelos diarios sobre el volcán e intentan predecir la evolución de la erupción mediante una red de cinco estaciones sísmicas instaladas en la zona.
La evacuación total en un perímetro de 50 kilómetros en torno al volcán se ordenó ante el temor de que ocurra una explosión que, por un cambio de presión de los gases, provoque la salida del material volcánico.
La temperatura de este material se calcula en unos 400 grados centígrados y podría expandirse a 300 kilómetros por hora por los valles y ríos de la zona.
La presidenta Michelle Bachelet advirtió ayer que en tal caso, la ciudad de Chaitén, situada a sólo 10 kilómetros del cráter, sería arrasada en seis minutos, al aludir al deseo de muchos evacuados de llegar hasta su casa a rescatar enseres y documentos.
Pese al peligro, organizaciones defensoras de los animales anunciaron hoy que recurrirán a la Justicia si el Gobierno no los autoriza a viajar a Chaitén para rescatar a unas 800 mascotas, principalmente perros y gatos, abandonados en esa localidad.
La evacuación afectó a cerca de 9.000 personas, que se mantienen en albergues de otras ciudades de la región de Los Lagos, a 1.000 kilómetros al sur de Santiago y que hoy, pese su incierta situación, realizaron actividades por el «Día de la Madre», que se celebra en Chile.
«Es un día un poco triste, pero ya estuve con mis hijos, que me fueron a ver y me dieron el abrazo de costumbre», relató Elda Vallejos, que reside en el sector rural de El Espolón y permanece refugiada en Futaleufú.
«De alguna forma lo celebraremos, aunque nos da un poco de tristeza», dijo la mujer a radio Cooperativa.
