Italia enviará a un ministro para que «ilustre» al Gobierno ZP en inmigración

(PL).- Al ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ayer se le acabó la paciencia y cansado de tener que dar explicaciones a su país sobre los comentarios que recibe del extranjero, y de él mismo tener que pedir explicaciones sobre las «observaciones» de ministros de otros países, tomó la decisión de mandar a un ministro a España que pusiera los puntos sobre las íes en materia de seguridad.

El elegido ha sido el ministro de Políticas comunitarias, Andrea Ronchi, quien viajará el jueves a España para «ilustrar» al secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, «lo que desconoce» sobre la política de inmigración del actual gobierno italiano, según señaló el propio ministro.

Frattini, cansado de las acusaciones españolas y de tener que decir a Zapatero que «tiene que controlar a sus ministros y hacerles bajar los humos», explicó que tomó la decisión del viaje para aclarar los puntos de vista «sobre un argumento, como el de inmigración, en el que es necesaria una cooperación estrecha entre Italia y España, porque se trata de un argumento de interés común».

«Acabar con el asunto»
Además Frattini, al anunciar el envío del ministro Ronchi a España, no olvidó recordar que «Zapatero, en dos ocasiones, ha tenido que desmentir a sus ministros, así que francamente considero que ha llegado la hora de acabar con este asunto».

El ministro de Exteriores italiano encargó al embajador de su país en Madrid, Pasquale Terracciano, ocuparse del encuentro, y éste se puso de inmediato manos a la obra estableciendo el contacto entre los dos gobiernos.

Frattini es un hombre determinado que ante las primeras acusaciones de la vicepresidenta española salió enseguida ante los medios evitando un incidente diplomático al aclarar que Zapatero había explicado las palabras de María Teresea Fernández de la Vega.

Pero las acusaciones del ministro de Trabajo fueron la gota que colmó el vaso. En una entrevista televisiva concedida ayer, Frattini calificó de «imprudentes y espontáneas» las afirmaciones de Celestino Corbacho e invitó a Zapatero a «indicar u ordenar» a sus ministros que «eviten polémicas inútiles que son contrarias a la dirección del Gobierno español».

Las ocurrencias de Aído
Tampoco ayudaron precisamente las ocurrencias de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que hizo unas declaraciones a «El País» en el sentido de que le pagaría un psiquiatra a Berlusconi, «aunque no sé si sería demasiado efectivo. Le harían falta muchas sesiones».

En declaraciones al «Corriere della Sera», el ministro italiano para las Políticas Comunitarias, Andrea Ronchi, pidió a Zapatero que «tome distancias del bajo tono utilizado por la ministra Bibiana Aído, que dando por loco a Berlusconi también ha dado por locos a los italianos que lo han votado y lo han elegido».

Un poco más calmado, el ministro de Exteriores italiano deseó «una colaboración mediterránea mayor en lo relacionado a las políticas de inmigración, porque España entiende perfectamente, y de esto estoy seguro, que sin una colaboración mediterránea y europea, los flujos migratorios que hoy llegan a Lampedusa (Sicilia), mañana podrían estar en las islas Canarias con la misma intensidad con la que llegaban antes, cuando yo era responsable europeo de inmigración».

Con esta sentencia-amenaza, Frattini dio por zanjado el asunto confiando en el joven Ronchi el entendimiento entre los dos gobiernos. Licenciado en Ciencias Políticas, Ronchi ha militado desde muy joven en la Alianza Nacional de Gianfranco Fini, pero tiene poca experiencia ministerial.

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