(PD).- El senador estadounidense Robert Byrd, ex miembro del grupo racista Ku Klux Klan, anunció el lunes su apoyo al precandidato presidencial demócrata Barack Obama.
Byrd, de 90 años, afirmó en un comunicado que cree que Obama es un «patriota de corazón noble» y está mejor calificado para poner fin al papel de Estados Unidos en el conflicto en Irak.
Tanto Clinton como Obama son «individuos extraordinarios», dijo el senador y superdelegado demócrata Byrd en un comunicado Pero recalcó: «Creo que Barack Obama es un brillante joven estadista, que dispone del temperamento y el coraje necesario para sacar a nuestro país de esta costosa desventura en Irak, y conducir a nuestra nación en este desafiante momento de la historia».
En vísperas de las primarias en Oregon y en Kentucky corren rumores sobre la posibilidad de que Obama se declare hoy mismo el vencedor de las internas demócratas. Si bien Obama se pasó todo el fin de semana intentando sellar su victoria en este estado y logró reunir nada más ni nada menos que 75.000 personas en un acto electoral a orillas del río Willamette en Portland, el proceso todavía no ha terminado.
Una encuesta de la Universidad de Suffolk difundida ayer afirma que Obama ganaría por menos de lo esperado en Oregon (45% contra 41%), donde hay 52 delegados en disputa, mientras que Clinton se impondría en Kentucky (51% contra 25%), donde hay 51 delegados en disputa.
Los asesores de Obama dijeron durante el fin de semana que el senador por Illinois necesita sólo 17 delegados más para alcanzar la mayoría de 1.627 para proclamarse vencedor de la interna demócrata, sin contar los «superdelegados», aquellos que tienen libertad para dar su voto por el candidato de su preferencia.
Sin embargo, Hillary les salió ayer al cruce recordándoles que el partido todavía no ha decidido qué hará con los delegados de Florida y de Michigan, que fueron descalificados. La decisión, que será anunciada el 30 de mayo, puede llegar a cambiar las matemáticas electorales sustantivamente.
Hillary está convencida de que no sólo ya ha ganado más votos populares que Obama sino que también más estados que tienen más votos electorales.
«Los estados que he ganado suman un total de 300 votos electorales», dijo ayer, y señaló que Obama sólo había triunfado en estados que suman un total de 217 delegados. Como lo hizo en otras ocasiones, Hillary dejó de lado en sus matemáticas los estados donde se votó por asambleas partidarias porque, según ella, tienen una participación electoral muy baja. Algo que es totalmente discutible.
«Esto no está cerca de terminar. Ninguno de los dos va a tener los delegados que necesita para tener la nominación después de los resultados de Kentucky y Oregon», concluyó Hillary .
El propio Obama se encargó ayer de bajar las expectativas sobre lo que puede decir hoy en Iowa, «porque todavía nos faltan un par de elecciones».
De todas maneras, todo indica que Obama decidió esperar los resultados electorales de Oregon y de Kentucky en Iowa porque, si se impone por un amplio margen aquí, no quiere que su eventual nominación como candidato a presidente quede asociada al estado más progresista y radical de Estados Unidos.
«Si Obama quiere ganar las elecciones de noviembre deberá moverse al centro del espectro político en cuanto terminen las internas demócratas. Oregon es un estado a la izquierda del resto del país», dijo a Clarín el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Oregon Keith Smith.
En ese marco, nada pudo venir mejor a Obama que el senador demócrata Robert Byrd, el miembro más antiguo del Senado y ex miembro en su juventud del grupo racista Ku Klux Klan, haya anunciado ayer que lo apoya.
Iowa es el estado donde Obama tuvo su primer triunfo a principios de enero. Se trata además de uno de los estados que deberá ganar en noviembre si desea llegar a la Casa Blanca, porque será uno de los teatros más sangrientos de la batalla electoral contra el candidato republicano John McCain. Es decir, se trata de una elección estratégica.
