(PL).- Una operación conjunta de la policía mexicana y el FBI ha culminado en la captura de Jon Savarino Schillaci, de 36 años, uno de los diez criminales buscados con mayor intensidad por la oficina criminal estadounidense en el estado mexicano de Michoacán.
Sobre Schillaci pesaban 23 cargos por abuso de menores y posesión y distribución de pornografía infantil. EE UU ofrecía una recompensa de 100.000 dólares por cualquier información que contribuyera a su arresto.
Las últimas noticias que tuvo la policía de EE UU del criminal fueron en marzo de 2000, cuando fue visto en una localidad de Baja California, México. Estaba en búsqueda y captura desde hacía unos meses por no aparecer ante el juez durante la instrucción en su contra de un nuevo proceso por abusos sexuales a un menor.
Los agentes del FBI lograron rastrear su ubicación a través de Internet hasta dar con su domicilio en el pueblo mexicano de San José de Gracia, en el estado de Aguascalientes.
Efectivos de la agencia y la policía mexicana lo han arrestado en su vivienda. Los agentes norteamericanos le acusan de gestionar una página web pedófila desde 2003. «Sabía un montón de sistemas. Cuando el FBI cerraba una de sus páginas, volvía a aparecer al día siguiente», ha declarado un agente que ha declinado identificarse.
Antecedentes en la juventud
Dado en adopción a una edad temprana, Schialli pasó de su estado natal, Oklahoma, a crecer en Texas. Ya en prisión, confesó haber sido abusado por un familiar en la infancia. En 1989, con 17 años, Schillaci fue detenido intentando vender por 500 dólares un vídeo de pornografía infantil que él mismo había grabado unos días antes con un amigo y dos niños de 11 años.
Pasó diez años en la cárcel por ello. Durante este tiempo, estudió con éxito dos licenciaturas en Literatura y Humanidades. Obtuvo también el primer premio de poesía un concurso que el club internacional PEN organizó entre presidiarios de EE UU.
Gracias a ello, inició una relación por carta con la familia de un editor. El vínculo por carta se estrechó hasta el punto de que fue invitado a vivir con la familia al término de su sentencia para ayudarle a empezar de nuevo.
Sin embargo, a finales de 1999, el hijo de la familia, con cinco años, confesó que Schillaci había abusado de él durante las lecciones de piano que le impartía. Al poco de ser requerido por la policía, desapareció. En su ordenador fueron encontradas más de 300 imágenes de pornografía infantil.
Schillaci habrá de responder ahora de los abusos al hijo de sus antiguos benefactores con el agravante de haber estado huido durante casi diez años. A ello, le serán añadidos 23 cargos por posesión de pornografía infantil, más los que puedan derivarse del registro de su vivienda.
Ha sido descrito por el FBI como «extremadamente inteligente». Además de sus dos licenciaturas, habla español, francés y alemán, y su ficha le reconoce un alto nivel de piano.
