Los guardias de seguridad privada de las compañías ferroviarias, la Policía Nacional Civil de Guatemala y las municipales mexicanas son los que más agreden y extorsionan a los indocumentados centroamericanos que pretenden llegar a Estados Unidos, revela una encuesta sobre el asunto.
(EFE).-El sondeo realizado a 828 migrantes centroamericanos en refugios gestionados por diversas ONG le fue entregada hoy a Efe por el sacerdote Pedro Pantoja Arreola, director de Belén Posada del Migrante de Saltillo, en el norteño estado de Coahuila.
«Desde hace cuatro año se monitorea la situación que viven los migrantes centroamericanos en su intento por llegar a Estados Unidos», relató Pantoja.
El sacerdote explicó que, a la vista de los resultados, «las agresiones más frecuentes son las amenazas, los robos y las extorsiones».
Mencionó que también existen casos de agresiones sexuales, disparos al aire y «corretizas» (persecuciones) que provocan lesiones o hasta la muerte.
Los asaltos en el camino perpetrados por pandilleros o maleantes son ya un hecho sistemático, indicó Pedro Pantoja.
«Es importante mencionar que van en aumento los casos que se han detectado de personas que son aventadas del tren cuando éste va en movimiento», agregó el sacerdote al comentar los resultados.
Una de las principales críticas la dirigió a las empresas de seguridad privada que salvaguardan las vías del tren, uno de los medios de transporte más utilizados por los migrantes.
Comentó que los guardias no representan ninguna autoridad, pero actúan bajo la anuencia de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), al cargo de los policías federales.
«En segundo lugar se encuentra la Policía Nacional Civil de Guatemala y en menos casos las policías municipales de los distintos estados del país (México)», subrayó Arreola.
Comentó que Coahuila, donde él trabaja, es el estado mexicano donde se realizan las mayores agresiones, extorsiones y violaciones a los derechos humanos de los centroamericanos por parte de los agentes de las empresas de ferrocarril.
«La política migratoria mexicana no está garantizando la vida y la integridad de los migrantes centroamericanos ni la seguridad de los defensores de los derechos humanos de los migrantes», afirmó el director del refugio Belén.
«Los mecanismos de protección no están respondiendo a las necesidades de las personas que se encuentran dentro de territorio mexicano», indicó.
El estudio se basó en entrevistas realizadas a 828 indocumentados, de los cuales 803 fueron varones y sólo 25, mujeres.
De todos ellos 592 fueron ciudadanos hondureños, seguidos por 112 salvadoreños, 60 guatemaltecos y 39 nicaragüenses.