El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo hoy que todos los países centroamericanos se sumarán al acuerdo de Petrocaribe que impulsa el gobernante de Venezuela, Hugo Chávez.
Ortega anotó durante un discurso ofrecido en el municipio de Jinotepe, 40 kilómetros al sur de Managua, que en un principio Nicaragua era el único país de la región que integraba Petrocaribe, luego se sumó Honduras y en los próximos días lo hará Guatemala.
En Petrocaribe «va a terminar estando toda Centroamérica», agregó el mandatario nicaragüense, para quien los países de la región «ya le perdieron el miedo al imperio», en alusión a Estados Unidos.
El mandatario confirmó ante decenas de simpatizantes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que viajará el próximo 13 de julio a Venezuela para participar en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del acuerdo de Petrocaribe.
Esa reunión se celebrará el 12 y 13 de julio en Maracaibo, situada a 700 kilómetros al oeste de Caracas y capital del estado de Zulia, uno de los principales productores de crudo de Venezuela.
Petrocaribe, que surgió el 29 de junio de 2005, es una alianza promovida por Venezuela y actualmente agrupa a 17 países de la zona que reciben más de 200.000 barriles diarios de petróleo y sus derivados con financiación a bajo interés.
Nicaragua se adhirió a Petrocaribe y al proyecto Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) desde que Ortega asumió el poder en enero de 2007.
El líder sandinista es el principal aliado político en Centroamérica de Chávez, promotor de Petrocaribe y del ALBA.
En otra parte de su discurso, Ortega volvió a arremeter contra la oposición nicaragüense y la acusó de ser financiada por el «imperio yanqui y la comunidad europea» para desestabilizar a su Gobierno.
El mandatario calificó a la oposición de «terroristas», «vendepatrias», «oligarcas», «violentos», «criminales» y de usar un «lenguaje lleno de odio».
También pidió a Estados Unidos y a países de la Unión Europea, a los que acusó de financiar a grupos de oposición en Nicaragua, de no estar «gastando pólvora en zopilote», al señalar que su Gobierno permanecerá hasta el final.
Asimismo, hizo un llamamiento a los sandinistas a la unidad y a prepararse para la «batalla» que significarán las elecciones municipales del próximo 9 de noviembre.
«Es una guerra que ya comenzó, ya no librada con la conciencia y los fusiles como acabamos con la dictadura somocista (el 19 de julio de 1979), sino con la conciencia y los votos», añadió.