¿Qué pasaría si empataran Obama y McCain?

(PL).- Es posible que un puñado de estados decisivos determinen el cuatro de noviembre el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos y podría darse el caso de que el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama dividan a los votantes y provoquen un empate.

Si eso ocurre, la Cámara de Representantes tendría que elegir al presidente, pero es incierto si el Partido Demócrata tendría suficientes votos para enviar a Obama a la Casa Blanca. La última vez que la Cámara baja tomó una decisión similar fue en 1824.

De repetirse este escenario, las disputas legales y el rencor partidista probablemente se asemejarían a una elección más reciente: la votación del 2000 en la que el republicano George W. Bush derrotó estrechamente al demócrata Al Gore luego de un disputado recuento de votos y una batalla legal en Florida.

«Este sería el lado sórdido de la democracia, (porque) se aumentaría la labor de los lobbies y la cantidad de dinero (destinada a influir el resultado)», dijo el profesor de historia de la American University Allan Lichtman.

Las posibles quinielas, estado por estado

En Estados Unidos, las elecciones presidenciales son determinadas mediante un proceso estado por estado y no por una votación popular nacional. Cada estado, junto con el distrito de Columbia, cuenta con un número de votos en el Colegio Electoral que corresponde al número de representantes que tiene en el Congreso. Para convertirse en presidente, un candidato debe obtener al menos 270 votos electorales.

Si McCain gana en Virginia, Nueva Hampshire, Florida y Ohio pero pierde en Pensilvania, Colorado, Nuevo México y Iowa frente a Obama, ambos candidatos podrían acabar con 269 votos electorales. Otros escenarios menos posibles (que McCain pierda en Virginia y Nueva Hampshire pero gane en Michigan, por ejemplo) también podrían resultar en un empate.

Según la Constitución de Estados Unidos, la Cámara baja entonces debería decidir la elección cuando reanude su labor en enero, con cada estado recibiendo un voto (sin importar su tamaño) si el cuerpo legislativo debe superar un empate.

Presiones a los delegados

Los demócratas, que controlan la Cámara de 435 escaños, superan a los republicanos en 27 delegaciones estatales del Congreso y podrían ver aumentado ese número en las elecciones de noviembre. Los republicanos tienen una mayoría en 21 delegaciones estatales. Dos estados tienen un número igual de representantes republicanos y demócratas.

Algunos miembros podrían sentirse presionados a votar por el candidato del otro partido si este venció en su estado o distrito o si consiguió un margen claro en el voto nacional popular, indicó el profesor de leyes de la Northwestern University Robert Bennett.

Ellos también podrían verse bajo una extraordinaria presión de los líderes partidistas para apoyar a su respectivo candidato. «En ese contexto habría regateo y suficiente espacio para el rencor y la saña. Sería un escenario muy complejo», agregó Bennett.

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