(PD/BBC Mundo).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» da Silva, dijo que los países desarrollados no deben darle dinero a los bancos como una salida a la crisis económica, sino tratar de crear empleo.
Según Lula Da Silva, el rol de los gobiernos en esta crisis no debe estar centrado en el auxilio a las entidades financieras.
«Crear empleos y multiplicar la riqueza es nuestra obligación. ¡Los países desarrollados no deben darle dinero a los bancos! Al contrario, deben darlo para la creación de empleos y para invertir en obras que impliquen más puestos de trabajo, no importa de qué país estamos hablando», dijo Lula da Silva en entrevista exclusiva a la BBC.
El mandatario brasileño también señaló a Estados Unidos de implementar medidas proteccionistas y advirtió que las decisiones que apunten hacia el aislamiento económico podrían empeorar la crisis actual.
«Tengo miedo del proteccionismo y está ocurriendo. Cuando el presidente Obama anuncia un paquete de inversiones y asegura que las obras de construcción se financiarán con acero estadounidense, está poniendo en práctica un tipo de proteccionismo que la Organización Mundial de Comercio (OMC) teóricamente no acepta», le dijo Lula da Silva al corresponsal de la BBC en Brasil, Gary Duffy.
El mandatario brasileño se refería específicamente a la cláusula de «compre estadounidense» incluida en el plan de impulso económico de EE.UU y que requiere que en los proyectos de construcción de obras públicas sólo se utilicen hierro, acero y bienes manufacturados estadounidenses. La cláusula ya ha generado críticas de Europa y Canadá.
Sin embargo, este martes Barack Obama también criticó la cláusula (incluida por políticos de su partido) y argumentó que no es una medida adecuada en momentos en que el comercio mundial declina y que, además, podría desatar una guerra comercial.
Obama pidió al Senado, que debatirá el paquete esta semana, que excluya la cláusula.
No tocará tan duro a Brasil
El presidente Lula admitió a la BBC estar preocupado por la crisis económica mundial y el impacto que ésta tiene en Brasil, país que ya ha registrado una caída importante de la producción industrial, el empleo y además ha anunciado recortes impositivos para frenar la desaceleración de la economía y hacer frente a la crisis financiera internacional.
Sin embargo, a pesar del panorama sombrío, el presidente de Brasil resaltó las ventajas competitivas y oportunidades que brinda su país para hacer frente a la crisis global.
«Estoy preocupado pero consciente de que no hay país mejor preparado para enfrentar esta crisis que Brasil. En primer lugar, porque en nuestro país tenemos un mercado con un potencial que los países ricos tuvieron hace 30 ó 40 años atrás, pero que ahora no tienen.
«En segundo lugar, porque tenemos que hacer obras públicas que ellos hicieron hace décadas y en tercer lugar porque tenemos un programa de exportaciones diversificado, lo cual quiere decir que no dependemos de un bloque o de un país. Creo que Brasil saldrá de la crisis sin sufrir tanto como los países ricos».
Según Lula da Silva la crisis actual es diferente a la de la década de los ’90.
«En ese momento los países en vías de desarrollo lo que tenían que hacer era ajustes fiscales y reducir sus gastos para reducir el tamaño de la economía; pero en esta crisis tenemos que ir al revés: ¡No podemos dejar que la economía se detenga!».
Es indispensable, según Lula, que los países desarrollados arreglen la economía de sus países porque si no los pobres sufrirán las consecuencias debido a la dependencia que estos tienen de las grandes economías.
En busca de un acuerdo comercial
Además, el presidente de Brasil anunció que tras hablar con el presidente de EE.UU. éste le informó que quería reanudar las negociaciones de la Ronda de Doha.
Lula insistió en que un acuerdo comercial entre los líderes mundiales es necesario para evitar el crecimiento de la miseria en los países más pobres.
El mandatario brasileño recordó que se estuvo cerca de un acuerdo en septiembre de 2008 pero ante diferencias surgidas entre India y EE.UU., y posteriormente las elecciones en este último país, las negociaciones se estancaron.
Las negociaciones de la Ronda de Doha buscan establecer un sistema de comercio global más justo -a través de la liberalización- que beneficie a los países en desarrollo sin embargo, en las conversaciones han surgido grandes divergencias y éstas han tomado el doble del tiempo previsto originalmente.