Un total de 4.516 personas pidieron asilo en España en 2008, un 41 por cien menos que el año anterior, de las cuales la mitad no fueron admitidas a trámite y sólo 151 obtuvieron el estatuto de refugiado, según ha informado ayer la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Otras 126 personas consiguieron otro tipo de protección, frente a las 340 del año 2007, lo que supone una reducción del 62 por cien.
Del total de solicitudes presentadas obtuvieron algún tipo de protección un 5,34 por cien, un 3 por cien menos que en 2007.
En total son 277 concesiones de protección, unas cifras que, ha señalado el presidente de CEAR, Javier de Lucas, en rueda de prensa desmienten la supuesta «avalancha» de peticiones y no justifican las «restricciones» que contempla el proyecto de Ley de Asilo aprobado por el Gobierno el pasado diciembre.
Ante esta iniciativa, CEAR ha elaborado un manifiesto en el que critica el «retroceso en las garantías y derechos» que ha sido suscrito por un centenar de intelectuales y artistas y ayer ha leído en público el pintor Juan Genovés.
El manifiesto es «un aldabonazo a las obligaciones jurídicas y políticas de España en el reconocimiento del derecho de asilo», ha señalado De Lucas.
Por naciones, Nigeria encabeza la lista de países con más demandantes (808 frente a los 680 del año anterior), seguida de Colombia, cuyas peticiones se redujeron casi a la mitad al pasar de 2.497 en 2007 a 752 en 2008, y Costa de Marfil (500 frente a 335 en 2007).
La cifra de solicitantes, la más baja desde 1984, contrasta con las 35.000 recibidas en Francia, las 23.000 en Reino Unido, las 20.000 en Grecia o las 26.000 en Italia, ha destacado De Lucas.
La UE recibe solo el 223.000 demandas de asilo de los más de 37 millones existentes en el mundo y de ellas a España han llegado 4.516, ha destacado De Lucas.
La falta de medios y la política de control de fronteras de la UE hace que muchos de estos potenciales demandantes intenten entrar en Europa a través de la inmigración irregular, ha señalado.
Ante esta situación, CEAR considera «injustificado» el proyecto de Ley de Asilo hacia el que ha mostrado su preocupación, porque, a su juicio, hace una interpretación «restrictiva» de un derecho que supone la única esperanza de seguridad para muchas personas.
CEAR se opone a la supresión de la vía diplomática -la posibilidad de solicitar asilo desde una embajada o consulado español radicado en un país distinto al del origen del refugiado- contemplada en el proyecto de Ley.
Por esta vía 349 personas solicitaron asilo en 2008 frente a las 1.724 de 2007.
Asimismo CEAR ha mostrado su rechazo al establecimiento del plazo de un mes para solicitar asilo, pide la supresión de la fase de inadmisión a trámite en las solicitudes en la frontera y se opone a la exigencia de pruebas científicas en la acreditación del parentesco como requisito para la extensión familiar o la reagrupación familiar.