La agresión racista en un tren de los ferrocarriles catalanes llega a juicio

La agresión racista en un tren de los ferrocarriles catalanes llega a juicio

El joven procesado por la agresión racista a una menor ecuatoriana en un tren de los Ferrocarriles de la Generalitat, Sergi Xavier M.M., se sentará hoy en el banquillo de los acusados en el juicio por este caso, por el que la fiscalía le pide tres años de cárcel.

El joven afronta una petición de condena de tres años de prisión solicitada por la Fiscalía, que considera que la agresión, ocurrida el 7 de octubre de 2007 en el interior de un vagón de los Ferrocarriles, constituye un delito contra la integridad moral y otro de lesiones.

La agresión quedó grabada por las cámaras de seguridad del tren y en las imágenes se ve al imputado, vecino de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona), propinando diversos manotazos y una patada a la menor, mientras le lanza improperios e insultos racistas, ante la pasividad de otro viajero que iba en el vagón.

La acusación pública pide que se prohíba al acusado cualquier tipo de comunicación durante cuatro años con la víctima, de 15 años en el momento de los hechos, y que se le condene a pagar una indemnización, cuya cuantía se deberá determinar en fase de ejecución de la sentencia.

A raíz de la agresión, la menor, de origen ecuatoriano, sufrió un cuadro de ansiedad compatible con un estrés postraumático moderado, según la acusación pública.

En el juicio, que se celebrará hoy en el juzgado de lo penal número 16 de Barcelona, la Generalitat, que se ha personado como acusación popular, pedirá una pena de 20 meses de cárcel y una multa de 750 euros, así como que se prohíba al acusado acercarse a la comarca de la víctima durante dos años.

También solicita que se condene a Sergi Xavier M.M. a seguir dos cursos educacionales y formativos en sendas ONG, una que luche contra el racismo y otra que trabaje para prevenir la violencia machista.

Las imágenes de la agresión tuvieron una gran difusión mediática y despertaron una gran indignación no sólo en España sino también en el país de origen de la menor.

En una visita a Barcelona días después de los hechos, la ministra de Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, dijo que se trataba de un delito «flagrante» y anunció que el ejecutivo se ocuparía personalmente de las gestiones legales del caso de la menor porque querían que fuera un «caso ejemplificador».

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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