Salen a la luz nuevos secretos de cómo Da Vinci realizó la Gioconda

¿Qué inconfesable misterio oculta la sonrisa de la Mona Lisa?

Son muchos los misterios que giran en torno a esta obra de arte. Hasta los más expertos, han quedado de cabeza tratando de descifrar los innumerables códigos que dejó Leonardo Da Vinci, en su cuadro más famoso.

El nombre «Mona Lisa» proviene del italiano «Ma donna Lisa«, que significa «Mi señora Lisa«.

La pintura es también conocida como «La Gioconda«, que es la versión en italiano del nombre de la esposa de Francesco del Giocondo, el hombre que encargó la obra a Leonardo.

Se cree que la mujer retratada en la pintura es Lisa Gherardini, la esposa de Francesco del Giocondo.

Leonardo da Vinci trabajó en la pintura durante varios años y nunca la entregó a su cliente, sino que la mantuvo consigo hasta su muerte en 1519.

LOS MISTERIOS

Son muchos los misterios que giran en torno a esta obra de arte.

Hasta los más expertos, han quedado de cabeza tratando de descifrar los innumerables códigos que dejó Leonardo Da Vinci, en su cuadro más famoso.

Uno de los más grandes enigmas es si el retrato está inspirado en una mujer, en un hombre, o en ambos. Ciertamente la mujer sería Lisa Gherandini, pero el hombre cuyos rasgos se especulan también están en el cuadro, serían del discípulo del autor de la obra, Gian Giacomo Caprotti, llamado también como El Salai.

Otra incertidumbre es el estado de ánimo que expresa la figura, pues su expresión es bastante difícil de leer. La Universidad de Ámsterdam realizó un estudio de la sonrisa de la mona lisa, determinando por un programa informático que evalúa las emociones de un rostro, diseñado por la Universidad de Illinois, que su imagen expresa un 83% felicidad, 9% disgusto, 6% miedo y 2% enojo.

Otros, simplemente interpretan la expresión de Lisa como algo serena, picara y hasta algo malévola, así que todo dependerá de los ojos que la miren.

Salen a la luz nuevos secretos de cómo Da Vinci realizó la Gioconda

Una nueva investigación de alta tecnología de la Mona Lisa, la pintura realizada en el siglo XVI por Leonardo Da Vinci, sostiene que el pintor del Renacimiento desarrolló la obra utilizando una técnica conocida como “spolvero”, como un boceto preparatorio, de acuerdo a los trazos en carbón que se pudieron registrar en el análisis multiespectral de una de las piezas más famosas de la historia del arte.

Una vez más la “Mona Lisa” vuelve a ser noticia con un nuevo descubrimiento: después de numerosos estudios en técnicas de infrarrojos que indicaron que debajo de la Gioconda podría haber otros dibujos o que buscaron explicar la capacidad de Da Vinci para comprender la enigmática sonrisa de la figura humana, esta vez el resultado de una investigación de largo aliento del científico Pascal Cotte señala que debajo de la pintura que se exhibe como un tesoro en el Louvre hay trazos de carbón, lo que indicaría que el artista italiano utilizó un boceto.

El hallazgo, que se dio a conocer con la publicación de Pascal Cotte en el Journal of Cultural Heritage y fue recuperado por varios medios internacionales, revela los trazos de un dibujo subyacente de carbón lo que evidencia la técnica de “spolvero”, en la que el artista perfora pequeños agujeros a lo largo de los contornos del dibujo y utiliza polvo de carbón para transferir la imagen al lienzo.

Según informó el portal Artnet News, Cotte viene trabajando en ese estudio desde hace más de 15 años, cuando el Louvre lo habilitó en 2004 a tomar imágenes de la obra y desde entonces viene estudiando las 1650 fotografías:

“El Louvre me invitó porque soy el inventor de una nueva cámara multiespectral muy sensible y de muy alta resolución”.

Con su cámara Lumiere Technology , el pionero “método de amplificación de capas” de Cotte es capaz de detectar la luz reflejada en 13 longitudes de onda, basándose en el trabajo de la fotografía infrarroja, que anteriormente fue fundamental para hacer visibles a simple vista los detalles ocultos debajo de la superficie de una pintura.

“El sistema óptico nos permite ver detalles muy finos y la alta sensibilidad permite una amplificación muy alta de la señal baja”, agregó Cotte y señaló:

“El spolvero en la frente y en la mano delata un completo dibujo”.

La investigación de Cotte también reveló que debajo de la Gioconda se puede ver lo que parece ser una horquilla justo encima de la cabeza, algo que no era usual en la Florencia de aquel momento:

“Esta horquilla en el cielo justo a la derecha de la cabeza de Mona Lisa no puede pertenecer al retrato de una persona porque en la ciudad de Florencia esta no era la moda en ese momento”.

“La gente -argumentó el científico- tenía que vestirse de cierta forma para denotar su profesión y por la nobleza respetando los colores”, de modo que “no es posible que Mona Lisa tenga un cabello así, era imposible en la época en la ciudad de Florencia”.

En opinión de Cotte, ese tipo de horquilla no solía ser usada para un retrato, en cambio sí para una obra alegórica o la representación de «una “mujer irreal como una diosa”.

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