Julián López "El Juli" y David Fandila "El Fandi" salieron a hombros en la segunda corrida de la temporada en Bogotá, en la que además confirmó la alternativa el colombiano Juan Solanilla
Los diestros españoles Julián López «El Juli» y David Fandila «El Fandi» salieron a hombros en la segunda corrida de la temporada en Bogotá, en la que además confirmó la alternativa el colombiano Juan Solanilla.»El Juli» volvió a triunfar con legitimidad en Colombia, esta vez en la plaza bogotana de Santa María con un toreo lleno de cualidades técnicas, temple y suavidad.
En cambio, algo forzada fue la oreja que le permitió la salida en hombros a «El Fandi», con una Presidencia muy a favor en un festejo que empezó con el ruedo en mal estado y suaves verónicas de Juan Solanilla.
El de la confirmación de alternativa de Solanilla se llamó «Aristócrata», número 450 y 475 kilos y lo recibió en los medios por estatuarios. El toro noble, tomaba bien la muleta aunque escaso en fuerzas, tanto así que la primera serie fue por eso algo deslucida.
Lo llevó luego con soltura en los naturales, estando firme y sereno sin que le pesara el compromiso. También inteligente al darle mucho aire al animal, pausas largas pero necesarias que permitieron que el toro durara, cuajando entonces derechazos y dosantinas, muletazos dados con gusto. Supo aprovechar las condiciones del toro.
En el sexto poco pudo hacer pues el astado tuvo complicaciones, no se desplazaba y se apagó pronto tardando en matarlo.
«El Juli» estuvo glorioso con el segundo de la tarde, al que recibió con suaves delantales. Con la muleta, el madrileño lo pasó de inicios sin exigirlo y luego ofreció una tanda honda pero corta, todo en función de la poca fuerza del ejemplar.
El trazo de las tandas siguientes fue exacto, como trazadas con un compás, suaves y con el efecto resanador de la caléndula, llenando así la plaza de frescura torera. Los redondos, dueños de la escena, fueron el cenit de tan airosa actuación.
El cuarto toro causó protestas por su aparente juventud, lo que deslució todo intento de «El Juli» ante un animal que no se empleaba, corto en fuerzas, blandengue.
David Fandila «El Fandi» justificó su presencia. Excepcional siempre con las banderillas, suave y variado con el capote y con la muleta lidias con sentido, con técnica que le permitió de a pocos meterse al público en el bolsillo.
En su primero, tras arrancar una corta lluvia, hizo obligada pausa mientras salían a relucir paraguas y chubasqueros. Entonces se recreó con una serie ante el toro ya oxigenado.
El quinto fue reservón por endeble y por desrazado. Lo intentó el granadino terminando en las tablas con desplantes que enamoraron al presidente, quien le hizo entrega de una fácil oreja. Baldomero Cáceres Vegas
