La edición número 63 del Festival de Cannes que comienza la próxima semana mira al cine latinoamericano, lo mete en competición, en las secciones paralelas y en los asientos del jurado, en lo que parece un reconocimiento de su vitalidad, diversidad y creatividad.
La lista de la competición por la Palma de Oro tiene la atención sobre los latinos centrada en el mexicano Alejandro González Iñárritu, que dirige a Javier Bardem en «Biutiful», y quien diez años después de su laureado «Amores Perros» asciende al Olimpo cinematográfico de la ciudad de la Costa Azul para luchar con otros 17 filmes por el máximo galardón.
Es un ejemplo destacado del poderío de México en este festival pues sus filmes, en todo formato, salpican además otras secciones.
La selección de este año incluye además, aunque fuera de la competición, la exhibición del filme de otro mexicano -Diego Luna, actor en labores de director- y que en «sesión especial» trae «Abel»; un apartado en el que podrá verse además un producto brasileño con varios realizadores («5 x Favela por nos mesmos») y «Nostalgia de la Luz», del chileno Patricio Guzmán.
En «Una cierta mirada», sección paralela, completa pero no agota la selección latinoamericana, con las cintas argentinas «Carancho», de Pablo trapero y con Ricardo Darín como protagonista, y «Los labios», de Iván Fund y Santiago Loza.
Los peruanos Daniel y Diego Vega también se meten en «Una cierta mirada» con «Octubre», una ópera prima cuyo estreno mundial se hará en Cannes, donde ya el año pasado hubo algo de Perú con Magaly Solier como protagonista de «Altiplano».
En otra sección paralela del Festival, la Quincena de Realizadores, hay más México: «Año Bisiesto», de Michael Rowe, y «Somos lo que hay», una cinta sobre el canibalismo dentro de una familia de Jorge Michel Grau y que protagoniza Paulina Gaitán.
En la Quincena, Brasil participa con «Alegria», de Marina Méliande y Felipe Bragança; Uruguay tiene «La casa muda», dirigida por Gustavo Hernández, y de nuevo se encuentra un filme argentino: la coproducción «La mirada invisible», dirigida por Diego Lerman.
España se mete este año en la Quincena con «Todos vós sodes capitáns», de Oliver Laxe, un realizador coruñés nacido en París y cuyo filme, sobre su trabajo con los niños de la calle en el taller de cine que dirige en Tánger, es la única realización española de este año en Cannes.
Más latinoamericanos hay en la Semana de la Crítica, con dos cortos: el codirigido por los brasileños Gustavo Melo y Cavi Borges, «A distração», y, en sesión especial, «Cyntia todavía tiene las llaves», del argentino Gonzalo Tobal.
Y la Semana se despacha bien con México, al que dedica invitaciones especiales: se muestran algunos de los filmes premiados en el último Festival de Morelia y la Revolución se adueña de las salas con diez visiones personales que se relacionan de maneras diversas con el histórico momento vivido por el país azteca.
Esa celebración al cine mexicano en Cannes contará con las aportaciones de dos de los más conocidos actores mexicanos, y ahora también directores: Gael García Bernal, con «Lucio», y Diego Luna, con «Pacífico», sus contribuciones a «Revolución», que reúne diez historias dirigidas por otros tantos realizadores mexicanos.
Se mostrarán también dentro de ese mosaico «La Bienvenida», de Fernando Eimbcke; «Lindo y querido», de Patricia Riggen; «El Cura Nicolas Colgado», de Amat Escalante; «Este es mi reino», de Carlos Reygadas; «La Tienda de Raya», de Mariana Chenillo; «R-100», de Gerardo Naranjo y «30/30», de Rodrigo Plá.
Los hombres hispanos pisan fuerte en el jurado del Festival de Cannes de 2010, porque ahí, bajo la batuta de Tim Burton, aparecen el actor puertorriqueño Benicio del Toro y el director español Víctor Erice.
Y también influirán en las decisiones sobre cuáles son los mejores cortometrajes: el jurado de la Cinéfondation tiene como integrantes iberoamericanos a los directores Carlos Diegues (Brasil) y al español Marc Recha, mientras que el mexicano García Bernal estará como jurado de la «Cámara de oro», que premia al mejor filme de un director debutante.
La mirada hispana no se agota aquí: dos de los grandes, ya de Hollywood, Antonio Banderas -al que no se espera en persona en Cannes- y Javier Bardem, mirarán y serán mirados desde las pantallas de un Festival donde habrá que ver cuánto de latinoamericano queda en el palmarés.
