El ex campeón mundial de ajedrez Anatoly Karpov tardó apenas cinco minutos este miércoles en convertir en clase maestra una partida con el presidente de Bolivia, Evo Morales, pero éste fue más rápido en respaldar la candidatura del ruso a la Federación Internacional.
El encuentro entre el famoso ajedrecista y el primer mandatario indígena boliviano se produjo en el palacio presidencial de La Paz, donde Karpov fue recibido con honores y ofreció incorporar a Bolivia en su programa mundial de escuelas de ajedrez.
«Creo que ningún campeón del mundo (de ajedrez) ha arribado a tanta altura», bromeó el ruso sobre la capital política boliviana, situada a 3.600 metros sobre el nivel del mar, en una declaración a la prensa tras un encuentro privado y la partida de exhibición con Morales.
La partida, transmitida en vivo por la televisión estatal, concluyó cuando Karpov, en clara ventaja tras apenas cuatro jugadas, ofreció tablas como cortesía a su anfitrión, a quien sorprendió luego con una rápida demostración sobre los posibles desarrollos del juego.
Morales había recibido a Karpov con un apoyo explícito a la postulación del ruso a la presidencia de la Federación Internacional de Ajedrez, reveló a reporteros el viceministro de Deportes, Miguel Rimba.
El presidente boliviano agradeció la visita y aseguró que enfrentarse a Karpov era algo que ni siquiera había imaginado cuando aprendió a jugar ajedrez en su niñez en el campo.
«Quiero decir a la juventud que cuando uno se propone, decide mejorar su forma de ser, es posible llegar hasta este lugar como yo hoy día tengo el honor de una partida de ajedrez con un campeón mundial», confesó.
Por su parte, el ruso comentó que esperaba seguir sumando apoyos a su candidatura en otros países latinoamericanos que visitaría en los próximos días.