El 8,4 por ciento de los estudiantes de escuelas secundarias de Argentina admitió haber consumido marihuana el año pasado frente al 7,6 por ciento registrado en 2007, según un informe oficial difundido hoy por la prensa bonaerense.
El indicador de consumo a la marihuana registrado en 2009 duplica al de 2001, cuando alcanzó al 4 por ciento de la población de estudiantes de secundaria, cuyas edades van de los 13 a los 17 años.
El 9,6 por ciento de los estudiantes de secundara aceptó haber consumido alguna droga ilegal durante el último año, dice un estudio de la agencia antidrogas (Sedronar) en base a una encuesta efectuada en el último semestre de 2009 entre 80.000 alumnos de escuelas públicas y privadas de todo el país.
El consumo de cocaína se mantuvo estable, en el orden del 2,3 por ciento de los estudiantes de secundaria, indica el informe «Observatorio Argentino de Drogas», que se hace cada dos años.
Para el 37,6 por ciento de estos estudiantes «es fácil» conseguir marihuana, mientras que el 20,9 por ciento considera lo mismo sobre el acceso a la cocaína.
El estudio muestra que el 46 por ciento de los encuestados dijo haber consumido alcohol y en dentro de este renglón el 60 por ciento admitió haber tomado «cinco o más tragos en una misma ocasión».
Apunta que el consumo de tabaco fue admitido por el 19,7 por ciento de los encuestados frente al 29 por ciento registrado en 2007.
El 16,9 por ciento de los jóvenes que nunca probaron drogas ilegales dijo estar dispuesto a «experimentar» con esas sustancias ilícitas, señala por otra parte.
«La alta tolerancia social al consumo de marihuana hace que los chicos lo vean como algo natural», señaló al diario La Nación el director de la Secretaría de Programación para la Prevención y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), José Granero.
«Tanto el tabaco como el alcohol se confirman como factores de riesgo para el consumo de marihuana y cocaína», apuntó.
El estudio revela que «una baja o negativa expectativa hacia el futuro para desarrollar proyectos personales o bien para terminar los estudios secundarios están fuertemente asociados al consumo de drogas».
«Entre los factores que se encontraron asociados al consumo de drogas ilegales aparecen la falta de control familiar y un fácil acceso a las sustancias», puntualiza.
La agencia antidrogas lleva cabo el programa «Quiero ser», destinado a reducir el consumo de drogas entre adolescentes y que abarca a 270.000 alumnos de 2.676 escuelas secundarias de 17 de las 23 provincias argentinas con las que firmó acuerdos.
El Ministerio de Educación ha distribuido entre docentes unos 90.000 cuadernillos sobre adicciones, mientras que la cartera de Salud ha creado una dirección para el tratamiento del consumo de drogas.