El volante Wesley Sneijder, subcampeón mundial en Sudáfrica con la selección holandesa, contrajo matrimonio con la modelo Yolanthe Cabau Van Kaspergen y tiró literalmente la casa por la ventana.
La boda se celebró en la iglesia de San Justo y Clemente en Castelnuovo Berardenga, ante 250 invitados especiales, entre personajes del jet set y amigos de la pareja, aunque no faltaron reporteros gráficos, curiosos y hasta aficionados de fútbol.
Enfundada en un clásico y escotado vestido blanco, la novia llegó al lugar a bordo de un carruaje tirado por cuatro caballos blancos y manejado por un chofer de estricto frac negro.
Cinco minutos antes había arribado el novio, vestido de traje celeste y a bordo de un Rolls Royce de época que fue recibido por cientos de curiosos y fanáticos, muchos de ellos con la casaca de Inter, pero también de la selección «naranja».
A pedido del esposo, todos los invitados lucían ropas de colores claros y entre estos últimos se destacó la presencia de los cantantes René Froger y Wesley Klein y del actor Mark Van Eeuwen.
Pero también el fútbol dijo presente con Rafael Van Der Vaart, compañero de Sneijder en una selección que alguna vez integró también Patrick Kluivert, otro de los personajes que asistió a la boda.
Inter también estuvo representado por intermedio del director general, Stefano Filucchi, y por el dirigente Marco Branca, así como por el colombiano Iván Córdoba, que llegó tarde a la ceremonia junto al ghanés Sulley Muntari.
No pudo asistir, en cambio, el presidente del club Massimo Moratti, quien permaneció en Milán por compromisos de otra índole.
En cambio, no falló Jessey, de tres años de edad e hijo de Sneijder de su primer matrimonio y quien colaboró en la suelta de palomas tras la ceremonia nupcial.
El mismo carruaje que llevó a la novia hasta el altar, sirvió para que la pareja abandonase el lugar rumbo a Villa Chigi para las fotografías de rigor y luego a Borgo Monastero, un castillo transformado en resort que Sneijder alquiló para la ocasión.
«Hoy es un día extraordinario para ellos y para todos nosotros y corona un año extraordinario», comentó Jeffrey, uno de los hermanos del astro holandés al que sólo le faltó ganar la Copa del Mundo para rematar una temporada de éxitos con Inter.