El cantante puertorriqueño Chayanne llegará este sábado a Granada con su gira ‘No hay imposibles’, para la que cuenta con diez músicos y seis bailarines, que forman parte de un equipo de 70 personas. La cita será en el Palacio de Deportes a las 21,00 horas.
El artista ya ha pasado por destinos como Ciudad Real, Cádiz, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Santander, Zaragoza, León, o Málaga, y aún le queda por recalar en Valencia (15 de septiembre), en Barcelona (17) y en el Palacio de Deportes de Madrid (18).
La escenografía de su gira está construida en diferentes alturas, comunicadas con rampas y escaleras, además de un elevador para las apariciones del puertorriqueño, nacido en 1968 en Río Piedras y cuyo nombre verdadero es Elmer Figueroa Arce.
Con 90 metros cuadrados de pantallas Led, el ‘tour’ cuenta también con 130 toneladas de equipo, 120.000 watios de sonido y 300.000 watios en iluminación. Un total de seis tráilers y 90 luces móviles de última generación completan el aparato.
«CONTAGIAR AL PUBLICO»
Chayanne empezó la gira española de ‘No hay imposibles’ el pasado 29 de mayo en el Festival Valladolid Latino. En ella, el cantante, bailarín y actor presenta su nuevo disco, que lleva el mismo título de la gira y del que se extraen temas como ‘Me enamoré de ti’, ‘Dame, dame’, ‘No hay imposibles’ o ‘Tu boca’. Sin embargo también cantará clásicos como ‘Salomé’ o ‘Torero’.
«Cuando empecé con diez años en Los Chicos era un niño y estaba jugando», recordó el artista en mayo, cuando presentó la gira en Madrid. «Luego, decidí ser solista porque veía a esos grandes personajes como Julio Iglesias, a quien admiro mucho, porque es un gran trabajador, con conciertos grandes llenos de gente. Eso me demuestra que no hay imposibles», afirmó Chayanne, quien está convencido de que «todo se puede alcanzar» y que pretende «contagiar al público» de su optimismo.
«Uno es optimista y es lo que quiero transmitir con mis conciertos. Que hay que mirar las cosas con luz y luchar por lo que quieres», prosiguió el artista, quien dijo llegar a España «con el corazón en la mano».