Antes de que el dúo Lennon-McCartney llegara a lo más alto del firmamento musical, el letrista Jerry Leiber, fallecido esta madrugada en Los Angeles a los 78 años, formó con el compositor Mike Stoller una sociedad que fabricó algunos de los grandes hitos de los inicios del rock.
La pareja proporcionó a Elvis Presley varios de sus temas más electrizantes. En 1956, el «rey» transformó el blues de su «Hound Dog» en una descarga rockera y convirtió «Jailhouse Rock» en uno de sus señas de identidad.
Su canción «King Creole» inspiró en 1958 una de las películas más destacadas de las protagonizadas por Elvis, a quien Leiber-Stoller proporcionaron también algunas de sus mejores baladas («Loving You», «Don’t» y «Love me»).
Originario de Baltimore, el joven Jerry Leiber trabajaba en una tienda de discos de Los Angeles cuando conoció en 1950 a Mike Stoller, con quien enseguida compartió su afición por la música negra.
Aquella afinidad puso en marcha una fábrica de canciones irresistibles y de largo recorrido. Su primer éxito, «Kansas City», publicada originalmente en 1952, fue número uno siete años más tarde de la mano de Wilbert Harrison.
Los «Fab Four» la incluyeron en su álbum «Beatles for Sale» (1964), en un «medley» junto al tema «Hey, hey, hey». Paul McCartney, quien la cantaba en la versión de los Beatles, la ha retomado a lo largo de su carrera en solitario.
En 1953 formaron Spark Records, su propia compañía discográfica, que fue absorbida posteriormente por el gigante Atlantic.
A finales de los cincuenta, la factoría Leiber-Stoller echaba humo. «Yakety Yak», su colaboración con el grupo vocal The Coasters, pasó varios meses como número uno de las listas norteamericanas en 1958 y se convirtió en la banda sonora de una época.
La jugada se repitió un año más tarde con «Poison Ivy», versioneada por los Rolling Stones al comienzo de su carrera, y que décadas después dio nombre a la villana de la película «Batman y Robin», interpretada por Uma Thurman.
Y es que las canciones Leiber-Stoller siempre tuvieron una extraordinaria capacidad para saltar de una década a otra. «On Broadway», creada en 1963 para otro grupo vocal, The Drifters, se convirtió en 1978 en un éxito mundial en la versión del guitarrista de jazz y vocalista George Benson.
En 1961 se unieron al cantante Ben E. King para crear una de las grandes canciones de la historia de la música, «Stand By Me». Leiber escribió junto a King una de las letras más hermosas de su carrera, toda una declaración sobre la amistad que en los años ochenta inspiró una novela de Stephn King llevada al cine por Rob Reiner.
La canción regresó entonces a las listas de éxito y llegó a ser número uno en el Reino Unido.
«Stand By Me» ha sido interpretada en el último medio siglo por centenares de artistas, entre los que figuran John Lennon, quien la incluyó en su disco de versiones «Rock ‘n’ Roll» (1975), Otis Redding, Jimi Hendrix, Elton John y el mismísimo Mohamed Ali.
La fábrica Liber-Stoller siguió produciendo éxitos hasta entrados los años setenta, cuando Stealers Wheel’s popularizó «Stuck in the Middle with You», retomada por Quentin Tarantino en su película «Reservoir Dogs».
Una década después llegaron los homenajes. Lieber y Stoller ingresaron en el Salón de la Fama de los compositores en 1985; un año después en el de Productores y en 1988 se les abrieron las puertas al salón de la fama del Rock and Roll.