Un auditorio con 2.000 personas, el del Palacio de Congresos de Madrid, ha acogido esta noche la presentación del Carnaval de Cádiz y un traspaso de poderes muy especial, el de la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura que, tomando el testigo de Montevideo (Uruguay), ostentará la ciudad en el bienio 2012-2013.
En el año de la conmemoración del Bicentenario de la Primea Constitución Española, el Ayuntamiento llevó a la capital una presentación más dinámica que en citas anteriores, que comenzó con la escenificación de ese traspaso de poderes, en el que participaron la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, el representante de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) Fernando Rocafull y el de la de la Embajada de Uruguay en España, Fernando Sandín.
Palabras de agradecimiento y augurios de «mucho éxito» a la tarea que emprende ahora Cádiz, «la madre de los carnavales», han centrado los breves discursos de los tres intervinientes. Concretamente, la alcaldesa ha dado las gracias a los responsables políticos presentes en el acto, a Montevideo como antecesora en la Capitalidad y a todos aquellos que «son fieles en Madrid al Carnaval».
Martínez ha augurado que en los próximos dos años quien visite Cádiz encontrará «lo mejor de los carnavales de Iberoamérica y lo mejor de la cultura iberoamericana». Previamente, en declaraciones a los medios de comunicación, la regidora había adelantado que entre los actos más destacados de la Capitalidad estará un gran desfile de Carnaval que «aún no tiene fecha» y que contará con la actuación de agrupaciones de varios países. En este sentido, ha subrayado que la programación de estos dos años estará «basada en la calle».
AGRUPACIONES
Tras las intervenciones, llegó el momento más esperado de la noche, las actuaciones de las agrupaciones ganadoras del Concurso Oficial del año pasado, comenzando por la comparsa de Tino Tovar ‘Juana la Loca’, encargada de arrancar los primeros aplausos del público con sus interpretaciones del cabaret o aquel tema que contrapone la doble identidad de quien de día es Juan ‘el fantoche’ y se convierte en Juana ‘la Loca’, de noche.
Manolo Camacho hizo, como en años anteriores, de conductor de la gala, aprovechando para explicar al público madrileño algunas de las peculiaridades carnavaleras, como aquello de que el cuarteto «pueden ser tres, cuatro o cinco», que comentó antes de dar paso al de Morera, ‘Los que cogieron al mono Amedio y lo quitaron de enmedio’, a quienes sus repetidos primeros premios les han llevado en los últimos años a la presentación madrileña.
Tras esta agrupación, empeñada en explicar al público lo que es un espectáculo ‘interactivo’, llegó el plato fuerte de la noche, la chirigota del Canijo de Carmona, cuyas frutas ‘Ricas y maduras’ arrancaron los mayores aplausos entre cuplés y pasodobles.
Fue la actuación del coro ‘Allegro molto vivace’, de Fernando Migueles Santander, la encargada de poner el punto y final a una gala que pretende acercar a los madrileños a la fiesta más popular de febrero y que tuvo este año, un especial sabor iberoamericano.