Los asuntos referentes a la fertilidad (causas, agentes beneficiosos, perjudiciales…) son grandes temas desconocidos por la mayor parte de la población.
Por eso, los expertos de LaInfertilidad.com, una red social que trata sobre salud reproductiva, han recopilado los mitos más frecuentes a los que los especialistas en reproducción del Hospital Quirón San Sebastián se enfrentan a diario en su consulta médica:
1. Si los ciclos son regulares y la regla no tiene variaciones significativas, el embarazo llega sin problema. No es cierto. No todos los ciclos son ovulatorios, de manera que no en todos ellos puede lograrse un embarazo. Las cifras apuntan a que el 80% de las reglas sí han producido un óvulo fecundable; el resto no.
2. La fertilidad masculina no tiene fecha de caducidad. Es falso. Aunque la fertilidad masculina tiene una vida más prolongada que la de la mujer, lo cierto es que no es infinita. Asimismo, la exposición a tóxicos, a la contaminación ambiental y otros factores, ha deteriorado la calidad del semen en la población. Actualmente, se calcula que un 40% de los problemas de fertilidad tienen origen masculino (otro 40% es atribuible a la mujer y el 20% se debe a motivos mixtos o desconocidos).
3. La infertilidad es hereditaria. No es cierto. Hay enfermedades de carácter genético que posteriormente condicionan la capacidad de tener hijos. No obstante, el hecho de que no haya casos diagnosticados de infertilidad en la familia no excluye la posibilidad para el resto de los miembros de la familia. El historial reproductivo de cada mujer es independiente; además de que hay que tener en cuenta el factor masculino. Asimismo, hay que valorar otros parámetros antes de compararse con otros miembros de la familia como el estado de salud general, historial clínico, condiciones ambientales, embarazos, partos y abortos previos, lapso de tiempo entre gestaciones, etc.
4. No hay que dejar de fumar hasta que se produzca el embarazo. Es una creencia completamente falsa que, paradójicamente, sigue teniendo bastante arraigo entre los usuarios. Cada vez hay más evidencias científicas que indican que las posibilidades de lograr un embarazo se reducen hasta un 50% si la mujer es fumadora y que en torno al 13% de los casos de infertilidad femenina se deben, directamente, al tabaco.
5. Las enfermedades de transmisión sexual no influyen en la fertilidad. No es cierto. Algunas de estas patologías, a pesar de curarse con los tratamientos pertinentes, pueden dejar secuelas que disminuyan las posibilidades de engendrar un hijo por medios naturales.
6. Hay mujeres famosas que han tenido hijos con 45 años o incluso más; por lo que no hay de qué preocuparse. La inmensa mayoría de los casos de mujeres populares o conocidas de los que tenemos noticias que han sido madres en torno a los 45 años lo han sido gracias a la reproducción asistida y, normalmente, por medio de la ovodonación. Las mujeres deberían tener claros los plazos que marcan su fertilidad para planificar su vida reproductiva y buscar la opción más conveniente según el caso.
7. La fertilidad se agota cuando aparece la menopausia. Es falso. La reserva ovárica de una mujer sana experimenta un descenso brusco a los 35 años y desde ese momento el número de óvulos viables comienza a descender progresiva y rápidamente. Aunque la edad de corte no es exacta y depende, por ejemplo, de si la mujer ha sido madre previamente, se estima que a los 45 años la reserva ovárica está prácticamente agotada, aunque la menopausia todavía suele tardar algunos años más en aparecer.
8. Si se tienen relaciones sexuales a diario, el embarazo llega pronto. Las relaciones sexuales diarias incrementan la posibilidad de lograr un embarazo. Sin embargo, una pareja que esté buscando una gestación debería prestar más atención al momento de las relaciones sexuales (el momento más fértil es el período periovulatorio) y controlar la ovulación de la mujer, que es cuando el óvulo maduro sale del ovario y viaja hacia las trompas de falopio, un proceso que se produce 14 días antes de que baje la regla. Para incrementar la posibilidad de embarazo, lo idóneo es que las relaciones sexuales tengan lugar justo antes o durante la ovulación, ya que los espermatozoides pueden vivir en el interior de la mujer un par de días después del coito. En caso de las mujeres con ciclos regulares, estos plazos son mucho más sencillos de calcular.
9. La obesidad no es un impedimento para el embarazo. Esta afirmación no es cierta en ni en el caso de la mujer ni tampoco en el del varón. Hombres y mujeres con un exceso notable de peso ven reducidas sus posibilidades de engendrar un hijo, ya que los cambios hormonales ligados a la obesidad perjudican la producción de óvulos y de semen normales.
10. Los suplementos pregestacionales son únicamente para ellas. Ácido fólico, yodo y zinc son viejos conocidos de las mujeres que están planificando una gestación, ya que estos compuestos mejoran la calidad ovocitaria y, sobre todo, previenen los defectos del tubo neural del bebé. No obstante, las investigaciones demuestran que el ácido fólico, la coenzima Q10, la vitamina E y el zinc también mejoran la calidad del esperma, de manera que ellos también deberían plantearse tomar estos suplementos si desean engendrar un hijo.