Fue hallado por una mujer en la provincia china de Shandong
El vídeo dura poco más de medio minuto (32 segundos, para ser más exactos), pero este breve período de tiempo es lo suficientemente repugnante como para que muchos usuarios de YouTube estén planteándose hacerse vegetarianos.
La razón es sencilla, en el susodicho corto se puede ver un filete de carne putrefacta -en principio, listo para pasarse por la plancha- que se mueve como si todavía tuviese vida o contase en su interior con cientos de insectos.
Al parecer, y tal y como explica la cadena de noticias asiática «CCTV», este poco suculento filete fue hallado por una mujer en la provincia china de Shandong.
Su idea, en principio, era cocinarlo en la sartén y metérselo entre pecho y espalda, pero se lo terminó pensando mejor después de ver cómo se movía. Así pues, decidió grabar un vídeo para ahuyentar a los escépticos y, posteriormente, subirlo a Facebook y YouTube. Las imágenes han dejado impresionados a miles de usuarios.
PALPITA
En el corto, concretamente, se puede apreciar como el filete -de un color grisáceo y nada apetecible- parece palpitar tal y como si tuviese vida. Esta característica le han valido el nombre de carne «Frankenstein» o carne «zombi» y ha hecho que muchos usuarios de las redes sociales se hayan preguntado el por qué de este movimiento.
Algunos abogan por la posibilidad de que los nervios que tiene en su interior todavía contasen con algo de vida, mientras que, por su parte, «CCTV» ha explicado en su Facebook que el movimiento podría estar generado por pequeños gusanos que estuvieran habitando su interior.
Independientemente de este misterio, lo cierto es que esta carne «zombi» ya ha logrado que muchos internautas se planteen hacerse vegetarianos.
Curiosamente, esta no es la primera vez que un trozo inerte de carne parece moverse solo. Y es que, el pasado marzo se vivió una situación parecida cuando una sepia se puso a «bailar sola» después de que el comensal la rociase con salsa de soja.
Al parecer, este curioso suceso se produjo en el momento en que los altos niveles de sal del alimento interactuaron con los músculos del animal.