En la actualidad, el edificio es utilizado como oficinas en su totalidad
El número 124 de la calle de Ayala, ubicado en el Barrio de Salamanca, desde principios de los años 80, se quedó practicamente vacío por una serie de extrañas circunstancias.
Algunos vecinos de este pequeño edificio empezaron a escuchar extraños e inexplicables ruidos. Fue por ello por lo que algunos optaron por abandonar el inmueble, huyendo asustados de aquellos sucesos paranormales.
UN FANTASMA
Al no encontrar ninguna explicación científica, finalmente se atribuyeron estos ruidos al fantasma de un sacerdote que falleció repentinamente en el edificio, cuando este era utilizado como «casa de citas».
En la actualidad, el edificio es utilizado como oficinas en su totalidad.