¿Cuánto tarda un mamífero en orinar?
Si pesa más de tres kilos, no importa que se trate de una vaca, una rata, un elefante o una cabra, vaciará su vejiga en aproximadamente 21 segundos.
Eso es lo que asegura un equipo de físicos estadounidenses y de Taiwán, que recibió uno de los premios Ig Nobel entregados este jueves por la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Con esta entrega, los premios, que reconocen los avances científicos que «primero nos hacen reír y luego pensar», cumplen un cuarto de siglo.
Los investigadores que descubrieron la «ley de la orina» analizaron videos en cámara rápida para modelar la dinámica de los fluidos involucrados en el acto de orinar.
Una de las lecciones que podemos aprender del experimento, le dijo a la BBC Patricia Yang, estudiante de ingenería mecánica y coautora del estudio, gira en torno a la adaptabilidad del sistema urinario en las criaturas más grandes.
Desde torres de agua hasta mochilas portables para beber líquidos, «cada vez que pensamos en una función nueva, pensamos en un nuevo diseño», dice Yang.
«Pero en cambio, la naturaleza tiene un solo sistema para todos los tamaños. Esto podría ser una fuente de inspiración, podríamos crear un diseño que cambie solo su escala para cumplir distintas funciones».
«Pollosaurio»
Otro de los reconocimientos -en la categoría biología- fue entregado al chileno Rodrigo El joven de la Universidad de Chile y sus colegas observaron que si a un pollo pequeño le colocas una cola artificial pesada en la parte trasera, acabará caminando como un dinosaurio.
Por absurdo que parezca, estos experimentos ofrecen la oportunidad de explorar cómo se habrían desplazado especies extintas como el Tyrannosaurus rex.
Saberlo a ciencia cierta es, obviamente, imposible, pero paleontólogos han elaborado una serie teorías sobre el andar de este animal y el experimento con el pollo muestra similitudes notables.
En carne propia
Los entomólogos Justin Schmidt y Michael Smith fueron reconocidos en el rubro fisiología y entomología por elaborar un ranking de las picaduras de insectos más dolorosas, y en qué partes del cuerpo duelen más.
Para ello pusieron sus propios cuerpos a disposición de la ciencia. Luego de sufrir cinco picaduras al día en 25 partes del cuerpo por 38 días, llegaron a la dolorosa conclusión de que las zonas más sensibles son las fosas nasales, el labio superior y el pene.
Si puede o no el dolor que sentimos cuando viajamos en auto y pasamos por encima de una banda de frenado -llamada también loma de burro o policía acostado- servir para diagnosticar apendicitis fue otra investigación merecedora de un premio.
La idea surgió como un chiste entre un grupo de cirujanos británicos, pero fue Helen Ashdown quien decidió poner esta teoría bajo la lupa.Tras estudiar el caso de 101 pacientes, la médica observó que 33 de 34 pacientes con apendicitis reportaron dolor en esta situación.
«Es una prueba que tiene un alto grado de sensibilidad, es una regla buena para descartar (posibilidades)», le dijo Ashdown a la BBC.
En otras palabras, es muy poco probable que alguien que no siente dolor cuando el auto salta por sobre una barrera de freno tenga apendicitis.
Otros premios Ig Nobel fueron entregados a los científicos que lograron «deshervir» parcialmente un huevo, y al equipo que descubrió que la palabra «¿ah? existe todos los lenguajes humanos.
Si quieres ver la lista completa puedes visitar la página de Improbable Resaerch que enumera a todos los galardonados.