Le daba golpes con el remo una y otra vez, pero el escualo no cejaba en su empeño: morder la canoa en la que viajaba el intrépido pescador norteamericano.
Mark McCracken tuvo un feroz choque con el depredador, un tiburón martillo, en California.
«Golpeó la parte trasera de mi kayak dos veces y me di la vuelta para ver si lo estaba mordiendo o si fue un cabezazo, pero tan pronto como lo vi, empecé a pegarle con el remo»,
explicó a la cadena NBC.
Y agregó:
«Me siguió hasta el final, incluso después de que llegué a la orilla… fue bastante espeluznante».