La Bolsa de Nueva York cambió hoy de rumbo durante la última hora de contrataciones y acabó cerrando con un descenso del 0,41% en el Dow Jones de Industriales, lo que impidió a ese índice superar la barrera de los 10.000 puntos.
Ese indicador bursátil, que es la principal referencia de Wall Street e integra a 30 de las mayores empresas estadounidenses cotizadas, perdió este miércoles 40,73 puntos para situarse en 9.899,25 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 bajó el 0,59% (-6,31 puntos) y terminó en 1.055,69 unidades.
El indicador que mide la evolución del mercado bursátil Nasdaq, que también tiene su sede en Nueva York, sumó su cuarta jornada consecutiva de descensos y retrocedió un 0,54%, puesto que bajó 11,72 puntos y terminó en 2.158,85.
El ánimo vendedor se instaló en el parqué neoyorquino en los últimos compases de la sesión, después de que éste transcurriera la práctica totalidad de la jornada en terreno positivo y de que incluso el Dow Jones superara por primera vez en esta semana los 10.000 puntos, a los que no pudo cerrar.
Tras un respiro de un sólo día, Wall Street volvió a teñirse hoy de rojo en una sesión que fue una vez más negativa para el sector tecnológico, que perdió un 0,7%, pero sobre todo para el energético, que en conjunto retrocedió un 1,23%. En esa caída jugó un papel destacado la petrolera británica BP.
Sus acciones que se negocian en Nueva York cayeron hoy un 15,8% (-5,48 dólares) y acabaron a 29,2 dólares, con lo que acumulan una depreciación del 49,6% de su valor en lo que va de año.
La fuerte caída de este miércoles tuvo lugar mientras crece la presión que la petrolera soporta en Estados Unidos, a causa de su gestión para solucionar el peor desastre ecológico en la historia de este país, provocado por la explosión y hundimiento de una de sus plataformas petroleras en el Golfo de México.
Según los analistas, las ventas de sus acciones se han acelerado en las últimas semanas debido al aumento de los rumores que apuntan a que va a resultar muy difícil que BP se recupere de la erosión que ese accidente está teniendo en sus cuentas y en su reputación, e incluso hay voces que apuntan a que toda esta situación podría desembocar en una declaración de bancarrota.
Los inversores analizaron hoy durante la sesión las palabras que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, ofreció este miércoles ante el Congreso, donde habló del estado de la economía y presentó el llamado «libro beige».
Ese informe económico semestral indicó que la economía de Estados Unidos, estimulada en gran medida por el gasto de los consumidores y las empresas, continuó mejorando y se fortaleció en abril y mayo en los 12 distritos financieros en los que el banco central tiene repartido el país.
Esas buenas noticias no pudieron sin embargo llevar a Wall Street a cerrar al alza y la mayoría de las empresas que integran el Dow Jones acabaron con pérdidas, lideradas por la entidad financiera Bank of America, que se dejó un 2,09%.
Ese banco anunció hoy la venta de su participación en Banco Santander México a cambio de más de 2.500 millones de dólares en efectivo, que recibirá cuando la operación haya concluido, previsiblemente en el tercer trimestre de este año.
Tras Bank of America, quedaron la petrolera Exxon Mobil (-1,98%), el banco JP Morgan Chase (-1,75%), la firma United Technologies (-1,23%), el grupo Procter & Gamble (-1,08%) y el conglomerado General Electric (-1,03%), así como las tecnológicas Microsoft (-1,31%), Intel (-1,14%) y HP (-1,02%).
En el Dow Jones registraron subidas la aeronáutica Boeing (1,14%), el grupo alimenticio Kraft (0,84%), los supermercados Walmart (0,41%) y el fabricante de aluminio Alcoa (0,37%), entre otras empresas.
En otros mercados, la deuda a 10 años subía hoy de precio y la rentabilidad, que evoluciona en sentido contrario, bajaba hasta el 3,18%, al tiempo que el crudo subió un 3,31% hasta 74,38 dólares por barril, y el dólar se depreciaba ante el euro, que se cambiaba a esa hora por 1,1985 dólares.