El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció hoy que su canciller, Nicolás Maduro, asistirá mañana a la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia y además que el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llevará una «misión» a esa mismo ceremonia.
Aunque no dio detalles ni del viaje de Maduro ni de la misión de Lula, los anuncios de Chávez generaron esperanzas sobre una posible reconciliación entre Venezuela y Colombia una vez que Álvaro Uribe entregue el mando a Santos.
«Lula lleva una misión de la que hemos hablado bastante con el secretario de Unasur, Néstor Kirchner, pero de eso no hablaremos hoy. Hablaremos mañana y pasado mañana. Estamos muy optimistas», dijo Chávez, quien hoy se reunió en Caracas con su colega brasileño y con el ex presidente argentino.
La próxima canciller colombiana, María Ángela Holguín, señaló a Efe que espera que Maduro traiga «algo bueno» a Bogotá.
«Vamos a ver», se limitó a decir Holguín sobre el inesperado viaje del canciller venezolano, que, según fuentes diplomáticas consultadas por Efe, se debe a «una gestión directa y personal» de ella, que fue embajadora en Caracas de 2002 a 2004.
Por su parte, Kirchner dijo a la prensa poco antes de partir desde Caracas hacia Bogotá para asistir a la toma de posesión de Santos, que su tarea como secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) «es contribuir al reencuentro de dos naciones hermanas».
Sin embargo, advirtió, hay que tomarse «el tiempo necesario para que estas cosas empiecen a desaparecer de la vida latinoamericana y podamos retomar la convivencia de dos grandes pueblos como son Colombia y Venezuela».
Esta semana el Mercosur y sus países asociados reclamaron que se convoque a la mayor brevedad posible una reunión extraordinaria de presidentes de los países de Unasur para tratar del conflicto entre Colombia y Venezuela.
A su llegada hoy a Bogotá, el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, ofreció «con gusto» los «buenos oficios» de su Gobierno para facilitar un acercamiento entre Colombia y Venezuela e hizo «votos» para que la crisis se resuelva pronto.
Funes recalcó en que su Gobierno desea que se resuelva cuanto antes la crisis colombo-venezolana para mantener a esas dos naciones unidas «y a toda América Latina como bloque regional».
El presidente de Uruguay, José Mujica, dijo por su parte en unas declaraciones hechas en una escala en Panamá camino de Bogotá, que tratará de «bajar en parte las tensiones, porque lo que no precisa América Latina son conflictos».
Mujica consideró que acudir a la toma de posesión de Santos, con quien tenía previsto reunirse hoy mismo, era algo «imprescindible» para ayudar «al encuentro de los pueblos que tienen una historia que tiene que estar amigada».
Chávez rompió relaciones con Colombia el pasado 22 de julio por considerar una nueva «agresión» del Gobierno de Uribe las denuncias hechas ante la Organización de Estados Americanos (OEA) ese mismo día acerca de la presunta presencia de guerrilleros colombianos -unos 1.500- en territorio de Venezuela.
El Gobierno venezolano responsabilizó directamente de la ruptura a Uribe, quien en sus ocho años de gobierno ha hecho del fin del conflicto armado y de la recuperación de la seguridad en Colombia su principal prioridad.
A menos de 24 horas de dejar el poder, Uribe sorprendió hoy con una declaración que inmediatamente desató una oleada de rumores.
«En pocas horas volverán las buenas noticias para que esta patria derrote el secuestro, la criminalidad y el terrorismo», dijo Uribe durante una ceremonia en la Escuela Militar José María Córdoba de Bogotá, en la que asumieron los nuevos mandos castrenses.
Antes de la ruptura, las relaciones llevaban congeladas casi un año por decisión de Chávez, que respondió así a denuncias del Gobierno de Uribe también relacionadas con las guerrillas de Colombia y Venezuela.