Estudiantes chilenos califican de «intransigente» la postura del Gobierno y convocan más manifestaciones

Estudiantes chilenos han calificado de «intransigente» la postura del Gobierno de Sebastián Piñera que se ha negado a presentar una nueva propuesta que cumpla con las demandas de este sector y han anunciado que realizarán más manifestaciones hasta que no se logre una reforma que garantice una educación pública y de calidad.

«Es una demostración más de la intransigencia con la que insiste actuar este gobierno, que no se aplica solo sobre los estudiantes, si no que repliega en el sentir mayoritario de Chile», ha denunciado este miércoles Francisco Figueroa, vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).

Las declaraciones son respuesta a las afirmaciones que hizo horas antes el portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, quien anunció que el Ejecutivo no presentarán más propuestas sobre la reforma de la educación en Chile.

Desde que estalló el conflicto estudiantil hace casi tres meses, el Gobierno de Piñera ha puesto sobre la mesa de negociación dos proyectos de reforma del cuestionado sistema educativo, pero ninguna satisfizo a las asociaciones.

«Una de las formas de resolver esto es por medio de un plebiscito. Desafiamos al Gobierno a aceptarlo para que hablen las mayorías, los desafiamos a confiar en la gente», ha enfatizado Figueroa en declaraciones a los medios.

La postura de la FECH ha sido respaldada por Rodrigo Rivera, portavoz de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), quien ha repudiado la decisión que se ha tomado desde el Palacio de La Moneda –sede del Gobierno– pues considera que no conducirá a una salida a este conflicto.

En los próximos días continuarán las manifestaciones y los llamados «cacerolazos» que han contado con el apoyo de varios gremios y de la sociedad en general.

La crisis en el sector educativo comenzó hace tres meses cuando las asociaciones de estudiantes y profesores comenzaron a presionar al Gobierno para que hiciera una gran reforma que permita a todos los chilenos garantizar una educación pública de calidad.

Los estudiantes alegan que muchos deben solicitar créditos bajo condiciones poco preferentes para poder pagar la carrera, lo que hace que la matricula salga mucho más cara que lo establecido.

El Ejecutivo de Piñera ha descartado la posibilidad de nacionalizar el sistema educativo porque considera indispensable la participación de capital privado en la enseñanza, especialmente a nivel superior y en el ámbito de la investigación.

El martes los estudiantes y profesores protagonizaron la cuarta gran marcha desde que estalló la crisis hace tres meses. Tan sólo en Santiago unas 100.000 personas se congregaron para apoyar las demandas de este sector. Sin embargo, incidentes provocados por encapuchados empañaron la jornada, que dejó 396 detenidos, además de 55 carabineros y 23 civiles heridos, según cifras oficiales.

Pero las manifestaciones del pasado jueves derivaron en enfrentamientos entre policías y encapuchados que hicieron recordar a muchos la época de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). Un total de 874 personas fueron detenidas y 90 carabineros resultaron heridos.

La crisis en el sector educativo se produce en momentos en los que Piñera registra el nivel más bajo de popularidad con apenas un 26 por ciento de aceptación, de acuerdo al último sondeo divulgado hace unos días. Esta cifra le convierte además en el presidente menos querido de los 20 años de democracia chilena.

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