El Ayuntamiento de la localidad de Forte dei Marmi, en el noroeste de Italia, ha aprobado una nueva reglamentación que prohíbe la apertura de restaurantes y locales en los que se vendan artículos típicos de culturas y países extranjeros.
Según informa hoy el diario Corriere della Sera en su edición digital, esta nueva reglamentación llega después de la adopción de varias medidas por parte del consistorio de la localidad para limitar la difusión de restaurantes chinos, kebabs y pubs británicos, entre otros.
La medida fue impulsada por el alcalde de centroizquierda de este municipio de la costa toscana, Umberto Buratti, y obtuvo el apoyo del resto de partidos, tanto de la misma ideología política como de centroderecha.
El alcalde rechazó las críticas que calificaban la medida como «xenófoba» y señaló que lo único que se pretende es «no alterar la Forte dei Marmi que todos conocen».
«No se puede permitir la apertura de tiendas y locales que no tienen nada que ver con la cultura del lugar. Nuestra disposición es válida para cualquier tipo de negocio, ya sean restaurantes chinos, de comida rápida estadounidenses, cervecerías alemanas o ‘pubs’ ingleses», dijo Buratti.
Forte dei Marmi ya había adoptado en el pasado medidas similares «en defensa» de su población, como cuando promovió la construcción de casas destinadas a «los nativos» de la localidad, para evitar la «colonización» de ciudadanos provenientes de otras partes de Italia.
Y es que de las cerca de 7.700 casas que se registran en este municipio, cerca de 4.500 corresponden a casas de veraneo compradas o alquiladas por familias que no son originarias de Forte dei Marmi.